Por: Elizabeth Salazar T.
Durante las etapas de adolescencia y juventud, constantemente se producen búsquedas y descubrimientos que afectan en la cotidianeidad familiar y social, por ende, el entorno -muchas veces- normaliza conductas como la desmotivación y la incomodidad permanente, no obstante, este comportamiento puede significar un grito de alerta ante la realidad que se está enfrentando independiente de la edad. En este sentido, la trama nos muestra a Peter (Hugh Jackman), un hombre separado que reside junto a su nueva pareja Beth (Vanessa Kirby) y su bebé. Su vida dará un giro cuando Nicholas (Zen McGrath), su hijo mayor, un joven distante y problemático, decide dejar el hogar de su madre (Laura Dern) y se traslada a vivir con ellos.
Nicholas, no es un mal muchacho, es un chico que a pesar de tener todo a nivel material, se encuentra marcado por la separación de sus padres. Es sensible y este hecho lo ha afectado, además, es alguien que siente diferente, que no conecta con el resto del mundo. Incluso, deja de ir al colegio, pero no como un acto de rebeldía, sino porque, de verdad cree que no encaja. Sus padres, perciben sus actitudes como una etapa, tratan de apoyarlo a su modo, sin embargo, no logran entenderlo.
Acá es muy determinante la relación que Nicholas tiene con su papá y es más fuerte cuando vemos una conversación entre Peter y su padre (Anthony Hopkins), porque, alcanzamos a visualizar y entender el patrón de conductas que este manifiesta. Peter, va repitiendo con su hijo, las mismas exigencias que a él le hacía su progenitor. Así también, se observa como los problemas de Nicholas van afectando la vida de Peter, en su trabajo, en su matrimonio, en sus quehaceres cotidianos y a pesar de que trata de vincularse con su hijo, no consigue comprenderlo.
Quiero destacar al joven Zen McGrath, que entrega una muy buena actuación, sentida, precisa, en un rol complejo que supo realizar. Anthony Hopkins, mostrando que es un actorazo, le creemos todo a su personaje que tiene una breve aparición. Por su parte, Laura Dern, como una madre dolida por las circunstancias que está viviendo su familia, cumple muy bien su rol y Hugh Jackman, nos regala una buenísima interpretación.
Este tipo de películas son necesarias, nos ayudan a comprender y reflexionar acerca de la depresión y las enfermedades mentales. A poner atención en las actitudes de nuestro entorno. Estoy segura de que, tras verla, quedará pensando en ella y servirá para conversar acerca de estos temas.
Dirección: Florian Zeller
Duración: 123 minutos
Distribuye: Diamonds Films
Reseña publicada en: https://aquitedateamos.cl/