A pocos días de terminar el año 2022 y ya finalizando un año laboral es probable sentir más cansancio, agotamiento e, incluso, más irritación. Si a esto le sumamos la llegada de las fiestas, los compromisos familiares y laborales como el cumplimiento de metas anuales, este cierre puede perjudicar nuestro buen desempeño y estabilidad emocional.
“Sabemos que fin de año es una fecha complicada para todos, ya que se juntan muchos compromisos, pero además se siente el peso laboral del año y el cierre de todo lo planificado en estas materias. Por eso, la prevención y las medidas de mitigación para cuidar nuestra salud laboral son fundamentales para vivir este fin del ciclo de la mejor manera posible”, expresó la Directora Nacional del ISL, Aída Chacón Barraza.
En esa línea, la psicóloga del Instituto de Seguridad Laboral, María Soledad Elizalde, explica que “es normal que estemos estresados y sobrepasados, y que nuestro cerebro active mecanismos de alerta. Problemas para dormir, dolor de espalda y tensión en el cuello, cansancio constante, desórdenes alimenticios como falta de apetito; irritabilidad, concentración y temblores musculares, son algunas de las señales a las que debemos poner atención”.
Es por eso que, desde el ISL, recomendamos las siguientes medidas para evitar caer en el estrés de estas fechas:
Para prevenir, es recomendable priorizar las metas de fin de año comenzando por las más importantes; delegar y apoyarse en otros, practicar ejercicios de respiración, meditación y pausas laborales; realizar actividad física ya que libera hormonas como la serotonina (mejora el ánimo), dopamina (sensación de placer), oxitocina (felicidad y amor y endorfina (relajación) y siempre mantener una correcta higiene del sueño: dejar de lado dos horas antes de dormir todo tipo de pantallas.
Si ya nos sentimos estresados, el llamado para controlarlo es:
– Respetar los horarios habituales y no sobreexigir al organismo.
– Priorizar el descanso nocturno y la alimentación saludable.
– Buscar momentos de descanso durante el día y desconectarse el fin de semana de la rutina.
– Practicar deporte o ejercicios suaves como caminatas para favorecer la oxigenación y facilitar el sueño.
– Realizar actividades que estimulen la creatividad y la concentración para evitar la ansiedad.