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Columna de Dra Angélica Orjuela, Directora de Mediser.

Médico Cirujano, especialista en Medicina Estética y Ortomolecular.

 

El gran problema con el que se encuentra la mayoría de las personas que han perdido peso, es la rápida recuperación o la ganancia acelerada de volumen. Esta complicada situación genera un desánimo permanente, pues la persona supone que deberá someterse a una nueva dieta y, luego, aparece el pánico al efecto rebote. Y lo anterior sería algo así como una situación que irremediablemente se repite en el tiempo… O sea, algo que no acabará.

La pregunta que salta de inmediato es por qué ocurre siempre eso? Y para sorpresa de muchos, la respuesta está en la grasa, ya que no es una masa inanimada que parasita. No. Nuestras estructuras son dinámicas y la grasa lo es.

¿Qué es la inflamación grasa?

Desde muchos años se ha sabido que la grasa aparece como consecuencia del balance positivo entre ingesta y gasto. Pero más que eso, ahora se sabe que la grasa tiene capacidades autónomas y puede generar sustancias pro-inflamatorias con respuestas tanto locales como generalizadas, interviniendo no sólo  los centros de hambre y saciedad; si no también trastornado sistemas tan importantes como el inmunológico, respiratorio, linfático y con una respuesta hormonal tan importante que puede ser medida en analítica clínica, con exámenes como la insulina, cortisol y fibrinógeno, entre otros .

La grasa no es un interlocutor pasivo.

La grasa no es solo la manifestación de que nos vemos o sentimos mal. Es una de las alarmas endógenas que tiene nuestro sistema para mostrarnos que hay una pérdida de equilibrio funcional.

¿Cómo intervenir la inflamación grasa?

Tradicionalmente se ha enseñado la estrategia de la restricción. Es decir, los paradigmas hipocalóricos, pero a la luz de la ciencia, ese camino ha demostrado el aumento del estrés metabólico, con una elevación de la producción de sustancias pro-inflamatorias en el tejido graso , con el consecuente envejecimiento prematuro y aumento de ganancia de grasa. O sea, el problema no sólo continúa sino que empeora.

La solución se realiza a la luz de la ciencia, buscando el punto en donde la funcionalidad perdió el equilibrio, desde procesos de mala absorción gastrointestinal , pasando por el desorden en la ingesta en cuanto a calidad y cantidad, en fin. Todo bajo la ayuda de herramientas de diagnóstico clínico, tratamiento que en Chile exclusivamente lo realiza exclusivamente el programa de Entrenamiento Metabólico. Allí bajo una óptica bioquímica, se interviene el problema sin quitarle el papel afectivo a la comida.

No existe una pócima o pastilla mágicas para adelgazar, lo que se debe hacer es simplemente buscar la fuente de la pérdida del equilibrio metabólico, para intervenirlo.