El sicólogo de Clínica Santa María y miembro de www.psicólogosencasa.com nos invita  a ser proactivos en la construcción de espacios de alegría que ayudan a nuestra sensación de felicidad, más aún cuando somos un país que culturalmente “tira para abajo”.

 Por Rebeca Ubilla M.

Una reciente encuesta elaborada por Ipsos, arrojó que solo el 53% de los chilenos se percibe como una persona “muy feliz o bastante feliz”, lo que nos deja con cerca de la mitad de la población alejada de esta sensación. Tal vez la cifra no nos llama tanto la a atención, cuando venimos saliendo de dos años de pandemia y nos enfrentamos a una situación de país compleja en lo económico y social.

Por esto, quisimos reflexionar sobre este tema y ayudarte a potenciar tu sensación de bienestar, pese a todo lo que puedas estar enfrentando. Acá las recomendaciones del sicólogo del Centro de Salud Mental  Clínica Santa María, Juan Pablo Westphal, (www.psicologosencasa.com)

-¿Por qué  los chilenos nos sentimos infelices?

Pasa harto por la cultura, somos un país que valora poco la individualidad, el desarrollo y la creatividad. El chaqueteo chileno consiste en eso: cuando alguien se destaca y hace algo distinto, no lo valoramos y lo tiramos para abajo. De hecho, el artista chileno tiene que salir a triunfar afuera para triunfar adentro.

Además, somos el país de los copiones, copiamos mucho para afuera, basta ver como las bandas tributo triunfan. Todos vamos copiando, porque vamos a la segura, no corremos riesgos. Por lo tanto, nos cuesta sentirnos valorados.

También somos mucho un país del deber ser, del “con tu deber cumples”, entonces cualquier logro no lo valoramos, pero al revés cualquier fracaso lo enrostramos constantemente y por lo tanto cuesta olvidar y va generando que en las familias, en las dinámicas sociales, no lo olvidamos y vamos repitiendo los mismos patrones y esquemas, porque al no perdonar y no olvidar no avanzamos, no generamos cambios y no nos atrevemos.

-¿Qué entendemos por felicidad?

-Para mi es una sensación de bienestar constante, en que puedo sentirme tranquilo, pero bien. Es importante, porque las personas depresivas o angustiadas están parejamente mal. Pero también al hablar de felicidad podemos hablar de eventos, momentos donde aparece la emoción, porque la emoción de alegría , euforia, puede dispararse para arriba y tener un momento de felicidad y eso se vive, se disfruta, pero después volvemos a este estado parejo de bienestar.

-¿Podemos ser realmente felices?

-Yo creo que sí, la felicidad se puede dar con muchos elementos, tanto internos como externos y es un desafío para cada uno. Más allá de la realidad que nos esté tocando a cada uno la felicidad es una elección, el pasarlo bien es una elección, el salir adelante y lograr metas también lo es. Esto se acentúa más o menos con nuestras historias y variables sicológicas

 Si yo decido tener una buena vida la tengo que construir, no puedo pretender que sea solamente magia, que la vida sola me traiga buenos momentos y estar a la espera.

Las personas que buscan construir momentos, avanzar, con iniciativa, que no se conforman con un mínimo son personas más felices porque construyen felicidad.

-¿Cómo potenciamos momentos de felicidad?

-Si construimos momentos de felicidad nos va a hacer bien y es algo que debe estar en nuestras manos. Compartir la vida con las personas que quiero y me quieren, ahí está la verdadera alegría, porque el afecto y el cariño  es lo único que no puedo comprar… por lo que compartir la vida con quienes quiero y me quieren, genera momentos de alegría, bienestar y felicidad y eso es simple que, no cuesta nada provocar.

Quien provoca, más encuentros, convoca a reunirnos con las personas que queremos, es una persona que lo va a pasar mejor, porque va a tener más momentos de alegría y va a sentir que su vida es más feliz.

En vez de sentarnos a esperar que la alegría llegue, mejor es provocar alegría!