Hoy celebramos un nuevo día de San Valentín, ocasión que nos lleva reflexionar acerca de la relaciones de pareja y los desafios que han enfrentado en este tiempo. Acé te contamos cómo volver a reencontrarse.

Por Rebeca Ubilla M.

Llevamos casi dos años en pandemia y las parejas se han visto muy afectadas por la preocupación y stress que ha significado este período, en el que hemos vivido desde largas cuarentenas hasta inéditos niveles de contagios, como sucede hoy.

 Pese a ello, este reciente Día de San Valentín, nos hace volver la mirada en ellas y reflexionar en cómo poder seguir adelante y “no morir en el intento”.

Juan Pablo Westphal (www.psicologosencasa.com) señala que debemos considerar que el encierro que nos ha hecho vivir en esta pandemia es antinatural, los seres humanos somos sociables, vivimos en comunidad, compartimos la vida y el no poder hacerlo ha sido muy difícil para muchos.

Por otro lado, el encierro ha generado una nueva forma de verse con quienes vivimos, especialmente entre las parejas. Esta situación nos ha hecho rescatar la intimidad, que es lo esencial en un vínculo y tiene que ver con conocerse.

“La intimidad se da cuando compartimos y muchas parejas en general tienen  poco espacio para ello por los traslados, el stress diario y la atención a los niños, lo que hace que nos vaya quedando  poco tiempo para intimar, que no nos damos cuenta la soledad que se va construyendo en conjunto y se dan muchas pareas que viven una soledad acompañada, están juntos pero se sienten solos. En este contexto, la pandemia vino a develar una falta de intimidad entre las parejas”, indica el especialista.

¿Qué hacer?

-Transformar las dificultades que nos impuso la pandemia en una oportunidad de estar juntos, compartir, darnos momentos en pareja.

– Debemos intimar, lo que significa abrir mi corazón y que el otro me lo abra a mi.

-Tenemos que darnos espacio para contarnos lo que nos pasa y sentimos, el proceso en que estoy y esto me obligará a ponerle nombre a mis emociones.

-Este proceso también ayudará a los hombres que tienden a ser más reservados y les cuesta poder traducir sus sentimientos en palabras.

– Tenemos que aprender a mirarnos, ver en qué estoy yo en qué estás tú,  y así reconocer ciertas necesidades.

-Hay que saber dividir los tiempos de pareja y los  de padre y madre, también los laborales y saber acotar en forma consciente, si aun trabajamos en  casa.

 No olvidar

“La intimidad genera afecto, es lo que va dando de pertenencia, de sentir que somos algo y que trasciende a través de los años”, señala el especialista.