Por Rebeca Ubilla M.

El reciente estreno de la serie “And Just Like That” (continuación de Sex and The City), puso sobre el tapete el derecho de las mujeres de mostrarse tal como están, viviendo la edad que les corresponde. Pese a ello, el que sus protagonistas se exhibieran con canas y cuerpos maduros no ha estado exento de críticas. Por qué nos cuesta aceptar el paso de los años? Acá lo analizamos.

Con ansias muchas esperamos el estreno de “And Just Like That”, la serie que sigue la saga de Sex and The City, protagonizada por Sarah Jessica Parker; lo que nunca imaginamos es que el que sus protagonistas se mostraran tal como viven sus cincuenta, causaría tato revuelo entre algunos telespectadores.

Y así fue, porque Carrie -protagonizada por Parker- aparece con su tradicional cabellera rubia, pero mostrando sus canas, Charlotte -Kristin Davis- se exhibe con su cuerpo maduro propio de su edad y Miranda- Cyntia Nixon- dejó atrás su pelo colorín por una cabeza completamente alba.

¿Pero qué pasa que nos molestan tanto los signos de la vejez o madurez? En entrevista a Revista Vogue USA, fue la propia Sara JP quien defendió el derecho de cada mujer a envejecer como queremos, y se ha preguntado si la crítica hubiera sido la misma si los protagonistas de la serie fueran hombres.

 Para el sicológico clínico de Clínica Santa María, Juan Pablo Westphal , (www.psicologosencasa.com /@psicologos_en_casa) “lo que han hecho estas actrices es dar un gran mensaje de aceptarnos y querernos con lo que somos ahora y a lo que hemos llegado con nuestro cuerpo, con las pifias, lo bonito, las fortlaezas y debilidades y que potente  y lindo querer mostrarse al mundo como son”.

  En igual sentido añade que lo hecho por estas actrices “es de una tremenda valentía en un mundo, donde enfrentamos la tiranía de las redes sociales, de los filtros y de  tener que mostrar lo que a veces no somos  para ser vigentes”.

 El proceso a la madurez

El sicólogo comenta que “la madurez y autoconocimieto, es algo que se va dando con los años y poco a poco vamos aprendiendo a disfrutar de nuestra corporalidad y a reconocer nuestra sociología y a unirla a nuestro cuerpo y espíritu”.

Sin embargo, ese proceso hoy pareciera hacerse más difícil, cuando hoy “lo que está presente es la tiranía de los medios de comunicación”… En la historia de la humanidad hemos visto distintos prototipos que se imponen, quizás en los 30 las niñas más rellenitas, en los 60 las super flacas y después las super modelos. Son todas imágenes ante las cuales la mujer se presiona fuertemente”.

Agrega que “es verdad que la presión siempre ha estado más en la mujer que en el hombre, aunque sobre éste también ha ido aumentado, sobre todo en la última década, donde a la vez se ha impuesto la tiranía de las redes sociales, donde aparecen los videos cortos y los filtros donde la gente opta por cambiar su percepción de imagen a los demás con la idea de mostrar una aceptación  o una imagen que no siempre es la real”.

Añade que lo señalado es una presión trasversal, que abarca no sólo a mujeres mayores, sino también a chicas de 20 que están complicadas con su imagen. Algo que también está pasando con las de 30 y con las de 40 que empiezan a complicarase con envejecer y empiezan a pensar en operarse. Algo que también se ve con las de 50, las cuales buscan la mejor expresión para mostrarse vigentes corporalmente.  Con esto el especialista dice que “no se habla ni de la madurez, ni de la sabiduría que se va adquiriendo con los años, sino que acá el centro está en lo corporal”.

Ante esto, el especialista resalta que cobra importancia la seguridad con que afrontamos esto, algo que se llama “seguridad vital” y hay que tener claro que la autoestima no sólo tiene que ver con la corporalidad.

“Es muy raro encontrar una mujer con una  corporalidad perfecta. Toda mujer y todo hombre se va a mirar y va encontrar algo q no le atrae y complica. Por esto la autoestima pasa por aceptarse, por quererse y valorarse por lo que soy y no por lo que se me pide que sea”.

“A más edad vamos teniendo más aceptación, madurez y más autoestima, por lo que la mejor forma de enfrentar esto es  madurar, es crecer, vivir, y disfrutar nuestro cuerpo e imagen a medida que vamos en camino a la sabiduría, porque ella es en la vejez, quizás en los 60 para delante, cuando hemos sabido aceptarnos y reconocernos”.