• Los pies resecos son un problema que queda en evidencia durante el verano ya que el uso de sandalias permite que todos puedan ver las grietas y callos que tienen nuestros talones.

La sequedad en los pies no es solo un inconveniente estético, también se puede convertir en un problema de salud si no se trata de buena manera. Según Isser Donoso, subdirectora de la escuela de estética integral de AIEP, “muchos de las personas que sufren pies escamosos llegan a consultar por su cuadro cuando los pies ya están heridos e incluso han sangrado, lo que es extremadamente peligroso porque pueden terminar con una infección”.

Una de las causas de los pies agrietados es el uso de calzado inadecuado, zapatos de mala calidad,  que no entregan apoyo o que no se ajusten bien colaboran a que los talones se pongan duros y con fisuras. La edad también es un factor, ya que a medida que envejecemos la piel pierde elasticidad y no reacciona positivamente a los cambios del entorno y  temperatura. “Permanecer de pies muchas horas puede dañar las glándulas sudoríparas y en consecuencia secar los pies. Igualmente, las personas que tienen sobre peso perjudican a éstas glándulas debido a la carga extra que le ponen a sus piernas”, recalca la experta.

Existen variados tratamientos, que se pueden realizar en el hogar, que ayudan a mejorar la estética de los talones agrietados, la especialista de AIEP destaca los siguientes:

Lavado de pies. Lo primero que se debe realizar es remojar los pies todos los días en agua tibia con jabón suave. Se puede agregar un producto calmante para pies para ayudar a acondicionar. Si no tienes este producto se puede hacer una mezclar de una taza de miel con una de agua y lavar las áreas afectadas por unos quince minutos, esto ayudará a humectar la piel. Además, la miel es un reconocido antiséptico natural y que curará la piel agrietada.

Buen secado. Hay que ser muy cuidadoso con el secado de los pies y poner especial atención a la piel de entre los dedos. Un mal secado de esa área puede provocar bacterias e infecciones. La idea es secar suavemente, sin frotar con fuerza, para no causar más daño en la piel.

Talones secos. Solo para la resequedad es recomendable usar una piedra pómez, con ella se debe frotar suavemente la epidermis muerta y seca en los talones. El resultado no es inmediato por lo tanto se debe realizar este procedimiento dos a tres veces por semana. No se debe usar la piedra si los pies tienen grietas abiertas, recuerden que es solo para quitar las escamas.

Exfoliación. Un secreto casero para terminar con los pies rugosos es exfoliar la zona con una mezcla de azúcar y limón. Se debe revolver media taza de azúcar con un cuarto de taza de jugo de limón y luego remojar los pies en la solución por unos 10 minutos. Posteriormente, hay que masajear con movimiento circulares la piel seca y enjuagar. Lo ideal es repetir este procedimiento todos los días.

Humectación. El mercado ofrece varias opciones para humectar la zona de pies y talones, se debe prestar atención a que la crema contenga vitamina E, manteca de karité y aloe, estos componentes ayudarán a hidratar nuevamente la piel. No es recomendable usar ungüentos que tengan alcohol, perfumes o aceites. También existen humectantes naturales tales como el aceite de almendra, aceite de palta, aceite de jojoba y leche de coco que se pueden usar en casa.

Paños húmedos. Otra buena manera de hidratar la piel es aplicar durante la noche paños húmedos. Se debe mojar un par de calcetines y dejarlos escurrir. Luego hay que ponerse los soquetes y cubrirlos con otro par de calcetines secos. Duerme así durante la noche. Es importante no hacer esto si los están infectados ya que este procedimiento puede empeorar el cuadro.

Dieta. Para los pies resecos es conveniente mantener una alimentación rica en vitamina A, la que promueve la salud completa del cutis. Los alimentos como las zanahorias, papas dulces, coliflor, espinacas y el zapallo también son buena fuente. Al mismo tiempo, se debe  beber de seis a ocho vasos de agua al día para que de esa forma se mantenga la piel suave y tersa de forma natural.

Cambio de calzado. Ya mencionamos que los zapatos sin talón o con poco relleno pueden provocar que los pies se agrieten al poner demasiada presión sobre la piel sensible. Para que no empeore la situación, es conveniente usar zapatos cerrados y cómodos. Se deben cambiar a zapatillas de trotar o al menos usar plantillas para proteger los pies de la presión.

Consultar al médico. Si las grietas no desaparecen o se agravan debe ser porque están infectadas, en ese caso se debe acudir a un doctor para que sane y prevenga  la infección u otros cuadros.