• Docentes de AIEP de las áreas de construcción y minería nos cuentan sus experiencias, cómo se han ido empoderando en sus roles profesionales y cómo transmiten eso a sus estudiantes.

Durante los últimos años, gracias a mujeres profesionales determinadas y valientes, los rubros masculinizados han ido abriendo puertas para que más y más mujeres se incorporen a estos sectores.  Son estas mismas mujeres las que hoy, desde la docencia, enseñan a las estudiantes a no autoimponerse límites.

Construcción e Ingeniería tradicionalmente han sido industrias en que los hombres predominan. Scarlet Rejas, docente de carreras de Construcción y Minería en AIEP, afirma que la proporción hombre-mujer en el área de construcción es de 90% a favor del sexo masculino, y aunque en minería cada vez hay más chicas participando, casi siempre son 1 o 2.

Scarlet sabe lo difícil que es ser minoría de género. Como Ingeniera en Acuicultura, Técnico en Calidad y Medioambiente, Magister en Ingeniería Ambiental y Diplomada en Sistema de Gestión Integrado, tuvo que abrirse paso en un mundo masculinizado. “Al comienzo de mi carrera fue más difícil trabajar con tantos hombres; no me escuchaban y muchas veces me ignoraban. Sentía que no creían lo que les estaba diciendo y parecían muy cuestionadores.  Siempre tenía que estar con sus jefaturas para que se quedaran a mis charlas”, relata.

Al respecto, Scarlet agrega que “con el tiempo tuve que perfeccionar mi manera de comunicarme con ellos.  Tuve que sacar más carácter y demostrar que uno está ahí para enseñarles”.

En esto coincide Elizabeth Messina, Ingeniera en Ejecución Electrónica y profesora de cursos de circuitos análogos y digitales, instrumentos industriales y técnicas de automatización en AIEP. Cuando trabajó en la mina Chuquicamata, era la única mujer.  Salía en las cuadrillas y siempre tuvo claro que tenía que dejar cierta distancia con los hombres para que no malinterpretaran situaciones. “Había que mantener distancia, estar con armaduras para que me respetaran como profesional”, asegura Elizabeth. “A nivel de técnico siempre tuve que ser firme, pero amable. Una buena arma es mejorar las relaciones interpersonales”, puntualiza.

Empoderamiento femenino

Tanto para Scarlet como para Elizabeth, las estudiantes que entran a carreras tradicionalmente masculinizadas tienen que aprender a empoderarse con sus pares desde las aulas. Algo que comparte Carolina Zabala, arquitecta y docente demódulos relacionados a la normativa y diseño arquitectónico en AIEP. “Creo que las mujeres llegaron a las áreas de arquitectura, ingeniería y construcción hace mucho rato y llegaron para quedarse. Los desafíos son muchos y hay hartas cosas que mejorar, pero con voluntad y entendimiento todo se puede”, opina.

“En las carreras de construcción veo más mujeres cada año. Ahora la proporción de mujeres y hombres es 50/50. En el área de minería todavía son muchas menos, en general las estudiantes tienen más temor de desempeñarse en esa industria y por eso mismo sigue siendo un área muy masculinizada” dice Scarlet.

Sin embargo, cada vez más mujeres se atreven a entrar a estas áreas, sobre todo teniendo de ejemplo a docentes femeninas, aunque al principio tampoco fue fácil para ellas ejercer como profesoras en estas carreras. En 2015 Elizabeth entró a hacer clases a AIEP en horario vespertino. “Al principio los alumnos se extrañaban de ver una docente mujer y me ponían a prueba, con preguntas difíciles, pero luego se daban cuenta de que yo era profesional y sabía del área”, comenta al respecto.

Ya está siendo más común ver mujeres ingresando a carreras de construcción, ingeniería y minería y para empoderarse desde el comienzo con sus pares hombres, las docentes tienen algunos consejos. “No creer en carreras para un género específico, estudia y trabaja en lo que tú quieras. La única persona que limita y pone freno a tus sueños es uno mismo”, afirma Carolina Zabala.

“A todas las chicas que quieren seguir una carrera de esta área o cualquier otra que consideren “masculinizada” les digo que nada es imposible. Si creen que estas carreras las apasionan y les gusta que sigan adelante. Con tiempo y constancia es posible derribar todas las barreras”, aconseja Scarlet Rejas.

Por último, Elizabeth Messina agrega que las mujeres deben “empoderarse frente a los demás. Primero frente a los compañeros y luego, en el área laboral integrarse a los equipos de trabajo. Creerse el cuento, saber que son capaces. Cuando se decidan tienen que seguir adelante no por ser mujer, sino porque son carreras duras para todos, independiente del género”, concluye.Según datos de AIEP, el aumento de matrículas totales de mujeres en su Escuela de Construcción e
Ingeniería es muy progresivo. En 2021 solo hubo un incremento de un 6%. En tanto, las matriculadas nuevas tuvieron una mayor alza, pasando del 17,3% en 2020 del total de los nuevos estudiantes al 36,6% en 2021.