Por: Elizabeth Salazar T.

Durante esta pandemia hubo un incremento de las compras online, de todo tipo de cosas, desde alimentos, ropas, medicamentos, todo lo que antes íbamos a comprar en forma presencial. El director Ken Loach, en el film “Lazos de familia”, nos acerca a este desconocido mundo de los envíos. Su trama nos muestra a Ricky Turner (Kris Hitchen), un hombre que debe encontrar trabajo, para mantener a su familia, compuesta de su mujer Abbie (Debbie Honeywood), que trabaja como cuidadora de enfermos y adultos mayores, un hijo adolescente Seb (Rhys Stone), y su pequeña hija Lisa (Katie Proctor).

Rick empieza a trabajar en un sistema de repartos, para el que se enduda en comprar un vehículo que le permitirá hacer más entregas, pero también trabajar prácticamente casi todo el día, cansado por la noche llegar a ver a su familia, igualmente su mujer, que debe vender su auto para poder ayudar a costear el nuevo transporte de su marido. Los tiempos de espera por las encomiendas son acotados y cada falta que cometa es amonestada con multas altísimas.

El director Ken Loach, se caracteriza por hacer films donde toca temas sociales, como el anterior “I Daniel Blake”, donde mostraba la dificultad de un adulto mayor, con una falla cardíaca que se ve atrapado, en la burocracia para conseguir sobrevivir de manera digna. Esta película sigue en la misma línea, develando el cruel trato al que son sometidos los repartidores, desde sus “empleadores”, a los que deben cumplir con los tiempos de entrega y extensas jornadas, hasta de quienes reciben las entregas, ya que se niegan a firmar por la recepción de las encomiendas o los tratan en forma despectiva. Esto sumado, a la difícil situación familiar que vive el protagonista, con un hijo adolescente que hace cosas para llamar la atención y es rebelde con sus padres, su mujer que hace su mejor esfuerzo, para que todo funcione en su casa y además, ayuda con vocación a sus pacientes, y su hija que se ve afectada por la tensión que surge en el hogar, debido a todo lo que están viviendo, deudas, cansancio, problemas conductuales del hijo. Todo suma y los ánimos están cada vez más alicaídos, a pesar de que todos quieren lo mejor y salir airosos del difícil momento que viven.

Es un film que nos ayuda a reflexionar y a empatizar con lo que viven algunas personas, es valioso que este director nos acerque a personajes y realidades que existen en todo el mundo. Es un cine con mucho realismo social y muy valioso. Vale mucho la pena verlo.

Estreno el jueves 26 de agosto

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