Por: Elizabeth Salazar T.
La recordada revista chilena de cine, Ecran en su número 1475, en un artículo sobre el próximo matrimonio del cantante con Eddie Fisher y la actriz Elizabeth Taylor, señalaba: ”Eddie tratará de saciar el hambre de amor de Liz, pero cuando se trata de amor, Liz es como una reina insaciable…”, era lo que los astros sentenciaban sobre su cuarta boda, es más en un subtítulo decía “No durará”. La relación que partió con un escándalo, porque Eddie abandonó a su esposa Debbie Reynolds, para ir tras Liz Taylor, que había enviudado de Michael Todd, el mejor amigo de Fisher. Liz y Eddie, estuvieron casados durante cinco años, el horóscopo, acertó.
Si algo caracterizó a la diva del cine, aparte de sus bellos ojos color violeta, la intensidad en sus interpretaciones, fueron sus ocho matrimonios y siete maridos. Elizabeth Rosemund Taylor, nació un 27 de febrero de 1932, en Hampsted Londres, fue la hija menor de Francis Lenn Taylor un marchante de arte y Sara Sothem, una ex actriz, que se retiro de los escenarios, tras su matrimonio. Su hijo mayor Howard Taylor nació en 1929.
A los tres años Elizabeth comenzó a tomar lecciones de ballet, pero ella y su família debieron regresar a Estados Unidos, debido a la Segunda Guerra Mundial. Su padre instaló una galería en Los Ángeles, con pinturas exportadas de Inglaterra, lo que atrajó la atención de la comunidad cinematográfica.
Hedda Hopper la famosa columnista de Hollywood, presentó a los Taylor con Andrea Berens, la novia de John Cheever Cowdin, presidente y principal accionista de Universal Pictures, que recluto a Elizabeth para trabajar a los nueve años en su primera película “There’s one born every minute” (1942), la única que realizaría para la compañía.
Aunque en 1943, la pequeña Liz fue parte del elenco del film sobre la perra Lassie, llamado “Lassie come home”, protagonizada por Roddy McDowall, el niño protagonista mantuvo una amistad toda su vida con la actriz. Posteriormente, firmó un contrato con MGM, por siete años, su primer trabajo en el nuevo contrato fue interpretar a Helen Burns, en el film “Charlotte Bronte Jane Eyre” en 1943. Tras esto se trasladó a Inglaterra para trabajar en el film “Las rosas blancas de Dover” en 1944.
Con tan solo 12 años, Liz se convertiría en una estrella, por su actuación en “Fuego de juventud”, cuya trama mostraba a una niña salvando a un caballo de ser sacrificado, pero durante el rodaje, la actriz tuvo una caída a caballo, que le generó problemas de espalda durante años, pero los críticos y el público cayeron rendidos ante Taylor.
Fue el año 1948, cuando la actriz realizó su primer papel como adulta, para la película “Conspirator”, que trataba de una joven de 18 años que se enamora de un oficial de guardia británica (Robert Taylor), de 38 años, que tuvo éxito de crítica, pero no de taquilla. Aunque en 1950, lograría el éxito con “Father of the bride”, donde compartía roles con Spencer Tracy y Joan Bennett y como le fue tan bien, hicieron una secuela “El padre es abuelo” en 1951.
Taylor logró el éxito, con los films antes mencionados, pero su consagración como actriz dramática, llegó junto a uno de los actores con quien entablaría una gran amistad, “A place in the sun”, donde interpreta a Angela Vickers, una mujer malcriada, que se enamora perdidamente de George Eastman (Montgomery Clift). Se estrenó en 1951 y en 1991 pasó a ser parte National Film Registry, de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, donde se mantienen las películas que se consideran que tienen un valor, cultural, histórico o estéticamente significativas.
Algunas otras películas en las que participó fueron: “Ivanhoe” (1952), con Robert Taylor y Joan Fonataine, “La senda de los elefantes” (1954) y “La última vez que vi París” (1954), en donde su papel de Helen Willis Ellsworth se basó en la de Zelda Fitzgerald.Fue el año 1956, cuando actuó en lo que hoy denominaríamos con una megaproducción “Gigante”, donde compartía protagonismo con Rock Hudson y James Dean, un tremendo elenco. Al año siguiente nuevamente, actúo junto a su amigo Montgomery Clift en el film “El árbol de la vida” ambientada en la Guerra de Secesión y que pretendía ser tan exitosa como “Lo que el viento se llevó”, no tuvo el resultado deseado, pero Liz fue nominada al Premio de la Academia como “Mejor Actriz”. Al año siguiente en 1958 protagonizó el drama romántico “Cat on a hot tin roof” (La gata en el tejado de zinc”, junto a un guapo y talentoso Paul Newman, el film se basaba en la obra de teatro de Tennessee Williams. Recibió muy buenas críticas y una nueva nominación a los premios Óscar, en la misma categoría, además de su primera candidatura a los BAFTA, como “Mejor actriz británica”
En 1959 nuevamente compartió pantalla con Montgomery Clift en “Suddenly, last summer” (De repente el último verano”), y junto a Katherine Hepburn, Taylor por su interpretación ganaría su primer Globo de Oro y otra nominación al Oscar. Aunque fue en 1960 con “Una mujer marcada”, por el que ganaría su primer Óscar como Mejor actriz, tras cuatro nominaciones consecutivas, igualando a Marlon Brando.
Fue gracias a su papel en “Cleopatra” en 1963, con el que se convertiría en la primera mujer en firmar un contrato por la suma de un millón de dólares, una suma millonaria para la época, debido a los contratiempos y retrasos que se produjeron durante el rodaje, la actriz terminó cobrando mucho más, dicen que fue hasta siete veces el valor inicial. Aunque el film no seria valioso para ella sólo en el aspecto material, ya que gracias a este trabajo conoció a su marido por partida doble, Richard Burton, ambos se encontraban casado al momento de iniciar su relación, por lo que generaron un escándalo de proporciones.
En la década de los 70, su carrera cinematográfica decayó por lo que comenzó actuar en teatro y televisión. Su primera película para la TV fue “Diverce his- divorce hers” en 1973, donde actuaba junto a su actual marido Richard Burton. Ese año presentó en el Festival de cine de San Sebastián “Una hora en la noche”, la actriz no lo estaba pasando bien, en su vida persona, pues se estaba separando de Burton. En el 1976 rodó “El pájaro azul”, junto a Ava Gardner y Jane Fonda, una película infantil que no funcionó bien. Al año siguiente actuó junto a Diana Rigg y Len Cariou en “A Little nigh music” con guion de Ingmar Bergman, el film recibió críticas negativas.
En 1980 protagonizó “El espejo roto”, basada en un relato de Agatha Christie y donde compartía roles con Tony Curtis, Kim Novak y Rock Hudson. Durante esta década participó en obras de teatro en Broadway como “The Little foxes” en 1981 y en números programas de televisión como “General hospital” y “Hotel”.
En 1985 protagonizó “Malice in wonderland”, el film se basaba en la rivalidad de las periodistas Louella Parsons (Taylor) y Hedda Hoper. En 1988 volvió a trabajar para el cine en “Young Toscanini”. En 1989 actuó en “Sweet bird of youth”, donde interpretó a una actriz en decadencia que padece alcoholismo y drogadicción.
En la década de los 90, estuvo dedicad a trabajar en televisión, incluso fue la voz de Maggie Simpson en un episodio de “Los Simpson” en 1992. Apareció también, en un cameo en la popular serie The Nanny en 1994, pero su última aparición en una película fue en “Los Picapiedras”, donde interpretó a la suegra del cascarrabias Pedro. Tuvo tan malas críticas que fue nominada al Golden Raspberry como “Peor actriz secundaria”.
En su etapa final de su carrera recibió algunos reconocimientos, en 1999 le dieron el premio BAFTA a su trayectoria, el año 2000 fue declarada Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico, por la Reina Elizabeth II. Taylor se despidió de la actuación con una película televisiva “These old boads” en 2001, donde compartia roles con Debbie Reynolds (se reconciliaron, durante este trabajo), Shirley Mac Laine y Joan Collins.
En diciembre de 2007 realizó una función benéfica de la obra “Love letters”, con James Earl Jones, lo recaudado por las entradas fue destinado a la fundación caritativa de la actriz.
Ocho bodas y siete maridos
Una joven Liz Taylor, con deseos de escapar del control de su madre contrajo matrimonio con Conrad “Nicky” Hilton el 6 de mayo de 1950, él era bueno para la bebida y también tenía una conducta abusiva, la relación duro nueve meses hasta el 29 de enero de 1951.
La segunda vez que la actriz se casó fue con Michael Wilding el 21 de febrero de 1952, su unión duró hasta el 26 de enero de 1957, él era un actor británico veinte años mayor que ella.
Mike Todd, fue su tercer marido, se casaron el 2 de febrero de 1957, desgraciadamente él fallecería en un accidente de aviación el 22 de marzo de 1958, según Taylor, junto a Burton y sus joyas, fue su otro amor.
Una desconsolada Liz tras convertirse en viuda, seis meses después comienza una relación con el mejor amigo de Todd, el cantante Eddie Fisher, que se encontraba casado con su amiga Debbie Reynolds, a la que abandonó para ir tras ella. Para la boda, la actriz se convirtió al judaísmo, Fisher fue su cuarto marido el 12 de mayo de 1959, la unión concluyó el 6 de junio de 1964,
Para Taylor, Richard Burton fue su gran amor, es por eso que se casó en dos ocaciones con él, la primera el 15 de marzo de 1964, hasta el 26 de junio de 1974 y la segunda oportunidad el 19 de octubre de 1975 y concluyó el 29 de julio de 1976. Con él adoptó a su cuarta hija y él la agasajó con fabulosas joyas como el diamante amarillo Krupp y la Perla Peregrina, de Felipe II.
Con John Warner, la actriz tuvo un matrimonio infeliz, que incluso la llevó a convertirse en alcohólica, se casaron el 4 de diciembre de 1974 y su relación concluyó el 7 de noviembre de 1974.
Su último marido fue Larry Fortensky, un obrero de la construcción, que conoció en el Centro Betty Ford, se casaron en el Rancho Neverland de Michael Jackson, el 6 de octubre de 1991 y se divorciaron el 31 de octubre de 1996.
Elizabeth tuvo cuatro hijos, Michael Howard, Chistopher Edward, Elizabeth Frances, durante su matrimonio con Eddie Fisher comenzó el proceso de adopción de Mary, el que finalizó en 1964.
Desde la muerte de su amigo Rock Hudson, Liz fue una activa colaboradora en actividades benéficas en la lucha contra el SIDA. Participó en el concierto tributo a Freddie Mercury, para combatir VIH.
Elizabeth Taylor fue una mujer enfermiza, la prensa constantemente hablaba de sus problemas de salud, se rompió la espalda en cinco ocasiones, tuvo una perforación al esófago, sobrevivió a un tumor benigno, incluso tuvo una doble neumonía antes de su interpretación de Cleopatra, lo que generó rumores que Audrey Hepburn, podría reemplazar en el papel…
En 2009 se sometió a una cirugía cardíaca para colocarle una válvula en el corazón. En febrero de 2011, debido a los nuevos síntomas relacionados con la insuficiencia cardíaca fue ingresada al hospital Cedars-Sinai Medical Center en Los Ángeles para un tratamiento, en ese lugar permaneció hasta el momento de su muerte el 23 de marzo de 2011, mientras la acompañaban sus cuatro hijos. Su leyenda sobrevivirá para siempre, como una de las grandes del cine, no olvidaremos nunca su talento y esos ojos únicos.