Inmersa en la industria de la moda desde que era solo una adolescente, la primogénita de la ‘reina del pop’ ha logrado emanciparse de la sombra de su apellido y recorrer su propia –y exitosa– trayectoria artística.

Por: Diario El País

La carrera de Lourdes Maria Leon Ciccone en el mundo de la moda empieza antes incluso de que gozara de la edad legal para beber alcohol, para conducir un vehículo o hasta para presumir del título de secundaria. En 2010, con apenas 13 años, su madre y matriarca del pop, Madonna, la convirtió en la directora creativa de Material Girl, una línea de ropa dirigida al público adolescente bajo el paraguas de los grandes almacenes Macy’s. Una colección inspirada en la estética punk rock ochentera que popularizó la intérprete de éxitos como Like a Virgin, y que, en sus propias palabras, era obra exclusiva de la mayor de sus seis hijos. Pese al escepticismo con relación a la verdadera responsabilidad de la supuesta directora creativa —“ni yo misma sabía lo que hacía al principio”, llegó a confesar ella—, la firma experimentó un eco mediático que se extiende hasta nuestros días y legitimó el talento para la moda de la joven. Diez años después de aquello, es hora de prescindir de la coletilla de «hija de» a la hora de hablar de Lourdes Leon.

“Me quedé en shock cuando me di cuenta de que iba a tener las dos cosas que más deseaba al mismo tiempo”. Allá por el mes de diciembre de 1996, Madonna era incapaz de ocultar la felicidad del momento vital que disfrutaba en el popularísimo programa de Oprah Winfrey. Al estreno de su ambicionada adaptación del musical Evita se le sumaba el nacimiento de su primera hija, fruto de su relación con el actor y preparador físico cubano Carlos León. Aunque desde muy pequeña Lola —conocida así por familiares y amigos— descubrió el calor de la atención mediática, participando con solo siete años en una actuación de su madre en los MTV Video Music Awards, en los años posteriores ha hecho gala de un extremo celo por su vida privada, limitando sus apariciones públicas al ámbito profesional. No da entrevistas ni es activa en redes sociales, pero se ha convertido en un referente de estilo gracias a su reivindicación de la belleza natural (luce axilas sin depilar), del movimiento #freethenipple y por los tributos de alfombra roja a su progenitora.

Otra hijísima de la cultura pop, Stella McCartney, ha sido una de las mayores valedoras de Leon en su imparable inmersión en la industria de la moda. “Es independiente, inspiradora y un espíritu libre y joven. A pesar de haber nacido bajo los focos, siempre se ha mantenido con los pies en la tierra”, aseguró en su cuenta de Instagram cuando decidió contar con ella como modelo en 2016. Precisamente una colaboración con la diseñadora británica, en la colección de primavera de la línea de ropa deportiva de esta para Adidas, es el último trabajo como maniquí de la californiana. Bajo el título de Futureplayground, pretende ser un homenaje a las nuevas generaciones y su admirable preocupación por la sostenibilidad del planeta y el medio ambiente. Leon, habitual en los front row de las semanas de la moda, también ha sido imagen de marcas como Miu Miu, Jean Paul Gaultier, Desigual o Gypsy Sport.

Al contrario que otras jóvenes de familias bien, como Kendall Jenner, Hailey Baldwin (ahora Bieber) o Kaia Gerber, decidió priorizar su formación educativa antes de dedicarse a tiempo completo a posar frente al objetivo de los fotógrafos. Después de trabajar en el departamento de vestuario de un par de giras internacionales de la reina del pop, Leon siguió el ejemplo de su madre y se matriculó en la Universidad de Míchigan, en la que cursó durante cuatro años diferentes disciplinas artísticas. ¿Llegará a exhibir en alguna de ellas aptitudes ligeramente comparables con las de su legendaria progenitora? Madonna así lo cree.

“Es una locura el talento que tiene. Me muero de la envidia porque ella es increíble en todo lo que hace: es una genial bailarina, una estupenda actriz, toca el piano de una forma preciosa… tiene mucho más talento que yo”, confesó la cantante en una entrevista con la edición británica de la revista Vogue. Sin embargo, Madonna cree que a su hija le falta todavía buena parte de la determinación de la que esta hizo gala a principios de su carrera por haber disfrutado, al contrario que ella, de una figura maternal y haber nacido en el seno de una familia adinerada. “Tengo la sensación de que las redes sociales le atormentan y que la hacen pensar que las cosas que consiga vendrán porque yo soy su madre. Intento ponerle el ejemplo de otras hijas de famosos como Zoe Kravitz, que también tuvo que pasar por esa fase de ‘ah, tú eres hija de…’ y luego fueron tomadas en serio. Solo tiene que seguir trabajando e intentándolo”, añadía.

La opacidad mediática ha rodeado también la vida amorosa de la joven y la relación con su padre, con quien se cree que sigue manteniendo un trato cercano. En el aspecto sentimental, comparte su vida desde 2017 con el fotógrafo y skater Jonathan Puglia. Ambos fueron fotografiados disfrutando de las playas de arena blanca y aguas cristalinas de México el pasado mes de diciembre. Pero el exnovio más célebre de Lourdes Leon es el actor nominado al Oscar Timothée Chalamet (Call Me By Your Name), con quien disfrutó de romance y clases de arte dramático en una escuela neoyorquina antes de convertirse en la gran obsesión del Hollywood milénico. ¿Conseguirá finalmente Leon que, como a su ex, también la llamen por su nombre y no por su apellido?