En un 2020 que nos marcó a todos, esta joven artista se queda con lo aprendido, como la importancia de dar tiempo a su proceso creativo y la relevancia que en tiempos complejos cobra para todos hacer cosas con las manos, como una manera de desconexión y relajo.
Por Rebeca Ubilla M.
Si bien es publicista de profesión, María José Gutiérrez siempre tuvo una fuerte veta artística. Así al terminar su carrera sacó una mención en dirección de arte y empezó a hacer cursos de ilustración, pero sus aspiraciones eran mayores, por esto se fue Barcelona donde hizo un pos grado en ilustración y comunicación visual… así estaba claro que lo suyo eran las pinturas, los pinceles, las texturas… un estallido de creatividad que hoy vemos bajo el nombre Casa Lapin, emprendimiento que agrupa sus colecciones de cerámica decorativa y utilitaria.
¿En qué está hoy Casa Lapin?
-Siempre intervenía piezas de loza que ya estaban hechas. Hoy estoy haciendo mis piezas desde cero para luego ilustrarlas. Entonces la marca se ha convertido en 100% auténtica, con fabricación desde cero.
-¿Cuáles son las piezas de cerámica que más te gusta hacer?
-La cerámica utilitaria decorativa, tratando de mantener el estilo de piezas únicas. Yo todo lo pinto a mano entonces me gusta hacer colecciones no tan grandes para que todo no sea masificado. Hago tiras de 20 o 10 con el mismo diseño y luego voy cambiando.
-Al mirar tus piezas se ve que te inspira la naturaleza, las flores…
-Sí mucho, la naturaleza, los colores cálidos, las texturas… en mi línea de cerámica tengo tres tipos de diseño: los florales de colores bien fuertes, las texturas que es un poco más sobria con colores oro y grafito y otra, con sólo puntos de colores, de manera de abarcar distintos públicos.
-Durante las extensas cuarentenas que vivimos en invierno, hiciste tutoriales y vivos en Instagram, ¿Qué te movía a hacerlo?
-Buscaba a portar en el día a día de la gente en las casas. Me di cuenta que hacia videos yo pintando algo y la gente me preguntaba cómo lo hacía, qué materiales usaba etc… entonces con Artel como partners decidimos hacer estas clases. Algo que la gente agradeció mucho.
-¿Qué ha significado para ti la pandemia en lo personal y en tu quehacer profesional?
-En lo personal me gustó estar encerrada. Me di cuenta que pude trabajar mucho más concentrada. Si bien me gusta ir al taller, al encerrarme me auto encuevé y me sirvió mucho para la creatividad… se me ocurrían más cosas, tenía más tiempo para estar sentada en la mesa creando y explorar.
-Entonces podemos decir que los días de cuarentena potenciaron tu creatividad…
-De todas maneras!
-¿Qué lecciones sacas de este período?
-Aprendí que el proceso creativo que tengo que tener para sacar una colección tiene que ser mucho más encerrado, tal vez debo encerarme unos tres días para pensar y cuando ya tengo la idea clara venir al taller y plasmarlo en algún soporte. El proceso de pensar es el que tengo que hacer más solitario, porque a veces soy media impulsiva.
-¿Sientes que ha habido una revalorización de lo hecho a mano?
-De todas maneras y además durante la cuarentena vi lo importante que fue para la gente hacer cosas con las manos, las manualidades, … la gente necesita arte para relajarse, para tener una sanidad mental. La gente se está dando cuenta lo importante que es trabajar con las manos y es algo que se está valorando más.
Contactos:
Instagram @casalapin.cl
Punto de venta: Macadamia Concept
(Luis Pasteur 6368, Vitacura)