Las restricciones impuestas producto del COVID-19 obligaron a miles de pequeños emprendedores gastronómicos a innovar respecto a sus procedimientos culinarios, y uno de los más importantes es el correcto almacenamiento y reparto de sus productos.

Santiago, octubre 2020.- A causa de la epidemia global de Covid-19, el gremio de los restaurantes debió cambiar radicalmente su modelo de negocios para sobrevivir. Las cuarentenas, decretadas por las autoridades sanitarias, obligaron a los pequeños emprendedores gastronómicos a reinventarse para poder atender a sus clientes y no irse a la quiebra. Como una necesidad de los tiempos, el reparto de comida a domicilio -conocido también como delivery- se convirtió en la única manera de generar ingresos en tiempos difíciles para estos pequeños negocios.

Bajo este nuevo paradigma de “normalidad”, las cocinas de Chile y el mundo readecuaron sus estrictos protocolos de entrega de alimentos para evitar contagios, tanto de sus trabajadores como de sus clientes, más en una época en que no es posible servir el pedido a la mesa, debiendo ser trasladado hasta la puerta del consumidor.

Uno de estos métodos utilizado por los microemprendimientos culinarios es el denominado “sellado al vacío”, técnica consistente en retirar el aire del interior de un envoltorio con el objetivo de extender el periodo de caducidad de un alimento, facilitando además el transporte de la comida de manera hermética y prologando la vida útil de carnes, frutas o verduras, además de reducir los costos por pérdida, también conocida como merma.

Al respecto, Andrea Longeri, Gerente General de FoodSaver, marca líder en sistemas de sellado al vacío en Chile, sostiene que “cuando hay grandes cambios, también surgen grandes oportunidades, y eso es precisamente lo que todo emprendedor de la cocina puede conseguir de la mano de herramientas como el sellado al vacío, ya que contribuye a lograr la necesaria inocuidad de los alimentos, al no tener contacto con el aire, y con ello proporcionar un delivery respetuoso de las más estrictas medidas sanitarias. Adicionalmente, FoodSaver es libre de BPA, por lo que no es tóxico y se convierte en el elemento ideal para transportar cualquier tipo de preparación”.

Si bien la mayoría de los alimentos comercializados mediante delivery son para consumo inmediato, esta tecnología también puede ser aprovechada por los negocios para abaratar el costo de sus insumos, pudiendo congelar incluso por varios meses algunos alimentos al vacío, y mantenerlos frescos por mucho más tiempo -hasta 5 veces más que con métodos convencionales-, evitando su caducidad.

En algunos casos, como carne y pollo, pan y verduras, es posible extender su vida útil hasta 3 años, manteniéndolos congelados y sellados al vacío, conservando todas sus propiedades.

De esta forma, no solo es posible dar continuidad y rentabilidad al negocio en tiempos de pandemia, sino que también es factible asegurar el almacenamiento y reparto de los productos.