El fisiatra Juan Carlos Vélez, jefe del Departamento de Rehabilitación del Hospital del Trabajador, advierte que es si las molestias osteomusculares persisten por más de tres meses es necesario consultar con un especialista.
Mover articulaciones cada una hora podría evitar dolores crónicos a futuro.
Si bien el gobierno se encuentra desarrollando el Plan “Paso a Paso”, para implementar el desconfinamiento gradual, lo cierto es que un importante número de personas se encuentra en modalidad de teletrabajo desde mediados de marzo, producto de las cuarentenas impuestas por la autoridad sanitaria para hacer frente al Covid-19.
Esto ha generado diversas consecuencias en quienes realizan labores de oficina en sus casas: dolor de espalda, dolor de cuello, contracturas musculares, tendinitis, entre otras molestias. Incluso hay ciertas actividades o profesiones que se han visto más afectadas, como es el caso de los profesores. “Antes estaban de pie por mucho tiempo frente a la pizarra y ahora están sentados frente al computador y han notado que han aparecido dolores que antes no tenían”, explica el fisiatra Juan Carlos Vélez, jefe del Departamento de Rehabilitación del Hospital del Trabajador.
Según el experto esto ocurre porque el cuerpo se va desacondicionando, o en palabras simples, va perdiendo fuerza. Para ello, recomienda hacer pausas de cinco minutos de forma recurrente. “Es importante levantarse del escritorio para moverse, para hacer elongaciones, caminar un poco dentro del espacio que tenga, mover todas las articulaciones de forma periódica, ojalá cada una hora”, precisa.
A juicio del especialista, con la dinámica del teletrabajo es común observar que las personas se mantienen por muchas horas en una misma posición “y pasa el tiempo sin darse cuenta y no se pararon de la silla. Esto acarrea malas posiciones, lo que podría generar dolores crónicos en algún momento”, indica.
“Si hay un dolor que ya ha sido permanente y está llegando a casi tres meses, es necesario consultar con médicos especialistas en rehabilitación”, sostiene. Vélez añade que es importante estar atento a cualquier molestia que se esté empezando a cronificar, para analizar su origen.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud clasificó el dolor crónico como una enfermedad en sí misma. Se estima que en Chile afecta a 1 de cada 3 personas y detectarlo a tiempo es clave para asegurar la calidad de vida de quienes lo sufren.
El especialista advierte que en estos casos es preciso brindar una atención integral que incluya tratamiento farmacológico, así como también terapia física e incluso psicológica.
Por ello, el Centro Médico del Hospital del Trabajador implementó un sistema de atención por video llamada, para consultas de pacientes que no puedan salir de su casa por las cuarentenas y continúen así con su tratamiento.
Capacidad Física
El fistra y jefe del Departamento de Rehabilitación del Hospital del Trabajador, sostiene que el encierro está generando consecuencias negativas en la capacidad física de las personas.
Producto de la inmovilidad, “la mínima condición física que tenían se va a agravar, porque no están haciendo ninguna actividad física, ni siquiera caminar hasta los sitios donde tomaban la locomoción o moviéndose dentro de la oficina, subiendo escaleras”, explica.
En esa línea, afirma que “se ha reducido muchísimo la actividad física -a lo mínimo- y eso tiene consecuencias en sobrepeso, en atrofia muscular, pérdida del equilibrio, problemas en la esfera psiquiátrica de ansiedad, de depresión y cualquier dolor, con el encierro, también se puede percibir como mayor”.
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