En este tiempo en que todo nuestro mundo cambió, la sicóloga nos habla de la importancia de “crear calma interna, que no dependa de lo que suceda afuera y que desde ahí usemos nuestra capacidad de discernir para analizar y evaluar nuestras acciones”. También Destaca a las amigas como importante fuente de apoyo emocional.

Por Rebeca Ubilla M.

Ya son cerca de tres meses de confinamiento para cuidarnos de una pandemia por coronavirus que nos cambió literalmente todo nuestro mundo. Dejamos de hacer lo que estábamos acostumbradas en todos los ámbitos: laboral, familiar y social. Junto con ello la carga para muchas se hizo más pesada, ya que debimos asumir el rol de trabajadora, mamá, profesoras, pareja y más… Con esto es natural sentirnos colapsadas. Para ayudarte a hacerle frente a esta nueva realidad conversamos con la sicóloga, Isabel Camus.

-¿Ya vamos a cumplir tres meses con una pandemia por coronavirus que nos cambió todas nuestras rutinas, lo que también ha afectado a muchas mujeres que se están viendo colapsadas? ¿Qué les puedes decir a ellas?

-Uuufff! Que alinearnos a nosotras es una excelente estrategia para lidiar exitosamente con las crisis y el estrés que puede aparecer. Alinearnos con nosotras puede ser un gran viaje pero para empezar ahora con lo básico, buscar momentos, aunque sean cortos en los que podamos conectar con nosotras, tener momentos de conversación con nosotras, para revisarnos y ver qué es lo que más nos está afectando y de qué manera podemos ayudarnos a que todo sea mejor. Muchas veces cuando tenemos un momento por ahí escogemos distraernos, lo que es rico pero si no tenemos momentos de consciencia con nosotras, nos pasamos de las oportunidades de hacer cambios que nos pueden ayudar a manejar mejor lo que estamos viviendo.

-¿Qué rol juega “la culpa” en este eventual colapso que muchas mujeres pueden sentir?

-“La culpa, es la culpable.” Cuando las mujeres nos colapsamos, normalmente lo que está detrás es la culpa. Culpa por los hijos, con la pareja, con los quehaceres de la casa, por el trabajo, la familia y las personas que sufren en el mundo y no podemos hacer nada.

Pero la culpa es la otra cara de la victimización. Victimizamos a otros (cuando los vamos salvando por la vida) y nos victimizamos nosotras. Volvemos a lo mismo, para tener una salud mental que nos permita hacer frente a desafíos y crisis como la que estamos viviendo hoy necesitamos estar conectada con nosotras, con nuestro centro, a partir de ahí podemos identificar lo que es realmente nuestra responsabilidad y no es posible delegar a otros y la ayuda que podemos necesitar coordinar.

 A las que somos madres, para poder conectar de la mejor manera con nuestros hijos y así poder nutrirlos también necesitamos conectar con ellos desde nuestra conexión interna.

-¿Qué acciones concretas podemos realizar dentro de las circunstancias actuales para no sentirnos sobrepasadas?

-Bueno, como mencionaba antes establecer momentos de conversación con nosotras mismas, para preguntarnos ¿cómo estamos?, ¿qué nos está haciendo falta?, ¿qué nos preocupa?, ¿qué nos da miedo?, ¿cómo está nuestro cuerpo, que es la casa de nuestras emociones? ¿Está mostrando síntomas de todo tipo o muy intensos? Detenernos con nosotras para preguntarnos ¿Cómo nos podemos ayudar? ¿Qué alternativas que no hayamos visto aún pueden existir?

-¿Algún ejercicio que nos propongas?

 Un buen ejercicio suele ser, preguntarte por la solución ideal que se te ocurre y a partir de ahí, abrirse a que tu cerebro pueda llegar a otra idea, no es necesario, pensar con esfuerzo y durante mucho tiempo. Puedes dejarlo ir, y tu cerebro hará el trabajo de conectar ideas hasta que aparezca algo que sea viable. Este proceso ocurre mejor cuando estamos en estado de relajo, por eso es importante también saber que la emoción que necesitamos en tiempo de pandemia o de crisis es la calma.

Tenemos grabado (más consciente o insconscientemente) que el miedo es la emoción que nos va a sacar de los problemas, sin embargo, el miedo lo que hace a nivel cerebral es predisponernos a ver todas las situaciones que pueden ser una amenaza y produce una ceguera a las oportunidades de cumplir nuestros objetivos.

Creemos también, que las emociones nos llegan, pero la verdad, es que son un hábito instaurado por una creencia y podemos aprender a traer emociones a nosotras a voluntad. Entonces, lo que recomiendo es que aprendas a crear calma interna, que no dependa de lo que suceda afuera y que desde ahí usemos nuestra capacidad de discernir para analizar y evaluar nuestras acciones. Es el discernimiento el que es clave para tomar las mejores decisiones y el discernimiento está en su máximo potencial cuando nos sentimos en calma, neutras. 

-¿Qué rol cumple el mantener los lazos con las amigas en las actuales circunstancias, como una manera de sentirnos apoyadas?

-Las amigas son importantes hoy, son una fuente de apoyo emocional importante entre mujeres, nos nutrimos de nuestras amigas y a partir de ahí también podemos nutrir a nuestras familias, etc. Pero es importante señalar que siempre seremos nuestra relación más crítica. Somos capaces de sobreponernos a cualquier condición, si tenemos una buena relación con nosotras y nos sentimos en control de nuestras emociones y pensamientos. Las amigas son un complemento exquisito, pero no debemos poner nuestro bienestar en nada que no sea interno, porque se convierte en una trampa.  

-¿Cómo podemos manejar emociones como el miedo, angustia e incertidumbre que se han hecho tan presentes en estos días?

-Un excelente ejercicio es, en estas conversaciones con nosotras, permitirle la entrada al miedo, dejarnos sentirlo en toda su expresión, experimentar dónde lo siento en el cuerpo, cómo lo siento, ponerle color, textura, temperatura, qué imágenes me trae y dejar que todo venga a mi, con total apertura y disposición a sentir a escuchar su mensaje. Porque todas las emociones traen mensajes.

-¿Cómo lo hacemos?

-Sostenernos en ese miedo, ansiedad o angustia, durante unos minutos, escuchando sin analizar, sin juzgar, sin evaluar, sólo dejarlo ser. Y sentirme sosteniendo ese sentir. Luego de unos minutos respirar profundo y poner la intención de dejarlo ir, observarlo como se va, como si fuera una nube que soplamos y se aleja, en calma, poco a poco. Es importante darse el tiempo que sea necesario para hacer el ejercicio y para dejar ir el miedo o la emoción que estés trabajando en el ejercicio. Algunas personas sienten alivio inmediato otras luego de unos días pero lo que es increíble es la con la cantidad de información de nosotras, con la que este ejercicio nos conecta. A veces salen tremendos descubrimientos que destraban procesos estancados por años. Sugiero escribir todo luego de hacerlo, ayuda a vaciar y a quedarte con un registro de tu desarrollo. Pruébenlo y me cuentan!

-¿Cuáles estimas que son las principales lecciones que las mujeres madres, profesionales y con parejas sacaremos de esta experiencia?

-Las lecciones creo que serán sobre todo personales y esas son las más importantes. Ahora si queremos hacer una mirada desde la mujer, podemos decir que esta ha sido una oportunidad para mirar con atención nuestros roles, lo que queremos y lo que estamos haciendo con nuestras vidas. Creo que se nos ha hecho evidente lo que realmente nos importa y cómo funcionan nuestros sistemas de soporte dentro de la familia nuclear, que es la que tenemos hoy a mano.

Entonces lecciones, podríamos tener, en la observación de si nuestra vida, la del cotidiano antes de la pandemia, estaba alineada con lo que nos importa (un ejercicio interesante es hacer una lista de las prioridades y luego mirar dónde va tiempo en el día a día, está realmente alineado a nuestras prioridades). Valorar el sostén emocional de la familia, la importancia de conectar de verdad con quiénes nos importan, dar lo que queremos dar hoy y no dejarlo para mañana, etc.

Cómo participamos de un mundo que valore lo femenino para sentirnos en balance, en armonía, esta pandemia, a mi juicio y en lo que veo en las muchas mujeres con las que converso, es que pone en evidencia que cojeamos de todo lo que es nutrirnos emocionalmente, disfrute, la belleza natural, crecimiento, ciclos, evolución, cobijo interno, nos cuesta identificar las necesidades asociadas, llevar a la práctica y comprender el valor de lo femenino en nuestras vidas, incluso siendo mujeres y en gran parte, eso está detrás de nuestros agobios de siempre y los de ahora.

Sicóloga Isabel Camus