Una dieta muy restrictiva puede poner en riesgo el aporte de nutrientes que se entregan al hijo a través de la lactancia. Por eso, la nutricionista de Clínica Bupa Santiago, Macarena Araya, entrega una serie de recomendaciones para bajar los kilos extra sin descuidar la alimentación.
Después del parto, una de las preocupaciones que tienen las mujeres es recuperar el peso con el cual se inició el embarazo. Si bien una gran parte de las mamás adelgaza bastante luego de dar a luz, esto no siempre ocurre y es importante tener claro que bajar los kilos ganados es parte de un proceso que puede tomar varios meses.
Por esto, la nutricionista de Clínica Bupa Santiago, Macarena Araya, entrega ocho consejos que se pueden seguir para lograr este objetivo. “Primero, es importante saber que la lactancia materna genera un gasto calórico extra a la mamá, por lo tanto, este proceso también ayudará a ir perdiendo peso de forma natural. En esta etapa se necesitan alrededor de 500 calorías adicionales, lo cual es necesario para el correcto desarrollo y síntesis de la leche materna. Por este motivo, es fundamental llevar una alimentación balanceada y equilibrada”, explica la especialista.
Recomendaciones nutricionales
- Comer cada 3 o 4 horas: Mantener las cuatro comidas principales, es decir, desayuno, almuerzo, once y cena, además de realizar una colación en la mañana. Esto ayuda a evitar periodos de ansiedad y estar “picoteando” alimentos que generalmente son de alto contenido calórico.
- Beber entre 1.5 a 2 litros al día: Éstos pueden ser aportados a través de leche con bajo aporte de grasa, infusiones, agua de cocción de frutas, o simplemente agua.
- Consumir 3 veces al día productos lácteos de bajo contenido graso: Como leche, yogur, quesillo o queso fresco. Presentan un buen aporte de calcio necesario durante esta etapa.
- Comer 5 porciones de frutas y de verduras de distintos colores cada día: Éstos aportan una buena fuente de vitaminas, minerales y fibra.
- Consumir legumbres 2 veces por semana: En reemplazo de la carne. Son buena fuente de fibra y producen mayor sensación de saciedad.
- Consumir pescados mínimo 2 veces por semana: Preparados al horno, al vapor, o a la plancha. Principalmente se recomiendan pescados grasos con alto contenido de omega 3 como jurel, salmón, sardinas o atún.
- Alimentos con menor contenido de grasas saturadas y colesterol: Evitar alimentos procesados y embutidos en general.
- Reducir el consumo habitual de azúcar y sal: Preferir alimentos sin azúcar o productos naturales.
Todos estos consejos, junto con la realización de actividad física previa autorización del médico tratante, ayudarán a recuperar el peso habitual. “Se ha visto que las restricciones o dietas muy hipocalóricas pueden poner en riesgo el aporte de nutrientes que se entregan al hijo a través de la lactancia, por lo que hay que tener mucho cuidado con eso. Además, no es recomendable realizar dietas extremas, ya que pueden generar más ansiedad y aumentar el consumo de calorías dentro del día, con el resultado de un aumento de peso”, agrega la nutricionista de Clínica Bupa Santiago.