Mirelle GiulianMirelleo partió de su experiencia vivencial, al ser una adolescente francesa que viajó a Estados Unidos para mejorar el inglés. Tras retornar a Francia con un inglés fluido, pero con muchos kilos de más , al reencontrarse nuevamente con su entorno y retomando los hábitos que le devolvieron la calma, volvió a perder esos kilos aumentados. Pero el tiempo fue pasando y en su vida profesional como representante de una marca de Champagne, Mirelle viajaba de manera frecuente a USA, país en donde su círculo social le solicitaba consejos sobre cómo mantener la línea, lo que originó el libro Las Francesas no engordan.

Mireille refiere que las francesas disfrutan permaneciendo delgadas comiendo bien, mientras que las estadounidenses se obsesionan con el peso y lo convierten en un conflicto.

doctoraorjuela2La Doctora María Angélica Orjuela, Directora de Mediser nos cuenta las pautas que Mirelle plantea en su libro, tomando algunas muy aplicables a nuestra realidad:

1. Las francesas no se saltan comidas, ni las reemplazan por batido
2. No consumen comida basura, y la reemplazan con exquisiteces
3. Para ellas menos es más: más calidad y menos cantidad
4. El único sitio para consumir alimentos es la mesa. Nunca la cama o en el sillón viendo televisión.
5. De domingo a domingo se respetan los horarios de comidas y va para todos los miembros de la familia.
6. La cantidad de comida en cada plato es moderada
7. La línea de calidad de los productos se respeta desde el origen de los mismos , como comer sólo productos orgánicos, hasta las practicas asociadas a la producción, con menos conservantes, líneas de producción transparentes en el almacenamiento , sin prácticas de explotación a los empleados de la línea de trabajo asociado al alimento, por lo que la calidad en toda su extensión.
8. El plato tiene poca cantidad pero mucha variedad
9. El acompañamiento de toda las comidas siempre es agua y durante todo el día toman agua.
10. Nunca se pesan, sino que utilizan la ropa para estabilizar la talla, que es la que mantienen toda la vida.
11.Planean las comidas con antelación.
12. Realizan la mayoría de los recorridos caminando.
13. Perpetúan sus hábitos en los niños, sin privilegios en desorden de comidas para dar golosinas.
14. No utilizan la comida con culpa, sino que la comida es una herramienta de placer.
15. No comen alimentos bajos en grasa ni con edulcorantes artificiales. No hay nada mejor que los sabores naturales.
16. Entrenan las papilas gustativas de los niños para que reconozcan los buenos sabores.
17. No comen de pie y siguen los rituales necesarios para comer.
18. Las cenas son el momento para compartir, así que se toman todo el tiempo del mundo para hacerlo. El disfrutar la comida socialmente con un buen vino o una copa de champagne, en un gusto replicable todos los días.
19. Invierten en la comida. Es decir, es importante la cantidad de dinero que puede costar la comida, pero con un alto criterio de calidad y no cantidad. Además, no hay flujo de dinero en golosinas callejeras.
20. Siempre evitan sentirse “llenas” después de comer
21. Solo consumen alimentos de temporada
22. Las francesas ven poca televisión
23. Evitan someter los alimentos a temperatura extrema y sobre cocción. Prefieren consumir los alimentos a temperatura ambiente al igual que el agua.
23. Consideran tan importante cenar en casa, como fuera de ella
24. Las francesas comen por placer
25. Las francesas no hacen dieta
La premisa respecto a que calidad por encima de la cantidad no solo está consignada en este libro, sino que también está referido en el último consenso de nutrigenética y nutrigenómica, en donde se establece que la única causa de la obesidad por encima de la carga genética, patológica o ambiental es el abuso de las cantidades con una pésima calidad de alimentos.