En Chile el cáncer de mama es el más frecuente de los cánceres ginecológicos,  le sigue en frecuencia el de cuello uterino, ovario y cuerpo uterino (endometrio). El diagnóstico precoz es fundamental para lograr el mejor resultado terapéutico, de ahí  la importancia de consultar a tiempo con el especialista. Aprende de ellos!
Si bien la sola mención de diagnóstico de cáncer se asocia a muerte, no siempre es así, ya que, en el caso de los cánceres ginecológicos, como el de mama, cuello uterino y endometrio, pueden ser considerados prevenibles y tratables, modificando -por ejemplo- los factores de riesgo y haciendo un diagnóstico precoz, como señala la Dra. Karen García, Onco-Ginecóloga de Red de Salud UC CHRISTUS.

Sin embargo, la especialista advierte que en el caso del cáncer de ovario existe dificultad en realizar un diagnóstico precoz porque se trata de un cuadro clínico inespecífico, por lo que habitualmente es interpretado como un cuadro gastrointestinal.  “En dos tercios de los casos se realiza el diagnóstico en etapa avanzada, lo que determina la alta tasa de mortalidad”, asegura.

Factores de riesgo

La Dra. Karen García afirma que existen factores de riesgo generales para la gran mayoría de los tumores, como por ejemplo, edad avanzada, antecedentes familiares, obesidad, sedentarismo, tabaquismo, entre otros. Pero también existen otros factores de riesgo específicos al tipo de tumor.

“Por ejemplo, el cáncer de mama y endometrio son tumores hormono-dependientes, por lo que la exposición prolongada a los estrógenos constituye un factor de riesgo importante”, afirma la especialista.

De lo anterior se desprende que la  terapia de reemplazo hormonal con estrógenos sin oposición, la menarquia precoz (primera menstruación), menopausia tardía, nuliparidad (no haber tenido partos) e infertilidad, caben dentro del factor de riesgo asociado a la exposición de estrógenos.

“La presencia de factores genéticos como, por ejemplo, la mutación del gen BRCA 1 y 2, aumentan entre un 60 y 80 por ciento el riesgo de cáncer de mama, versus el 7% de la población general; mientras que incrementa el riesgo entre un 15 y 40 por ciento de padecer cáncer de ovario, versus menos de un 1% de la población general”, indica.

Cáncer de cuello uterino

La Onco-Ginecóloga de Red de Salud UC CHRISTUS añade que en el caso del cáncer de cuello uterino, se asocia a una infección persistente por genotipos de alto riesgo del Virus Papiloma Humano (VPH), y los factores de riesgo se relacionan con el número de parejas sexuales (aumenta a mayor número), inicio precoz de la actividad sexual, tener una pareja con múltiples compañeros sexuales, historia de infecciones de transmisión sexual e inmunosupresión.  El tabaquismo también es un factor de riesgo importante.

“Si bien el Papanicolaou (PAP) tiene sus limitaciones, dado principalmente por la tasa de falsos negativos, su toma en forma regular permite disminuir la tasa de mortalidad e incidencia de cáncer invasor mediante la detección de lesiones en etapa preinvasora y así aplicar tratamientos adecuados y oportunos”, señala la Dra. García.

La profesional agrega que en etapas iniciales de la enfermedad la mayoría de las pacientes son asintomáticas, por esta razón un control ginecológico periódico es fundamental para pesquisar a tiempo la lesión.

“La vacuna contra el Virus Papiloma Humano  tiene por objetivo evitar la infección, induciendo una potente respuesta inmunológica, con anticuerpos capaces de impedir la infección viral con probada efectividad y seguridad. Están diseñadas para uso profiláctico y no eliminan una infección con VPH existente ni tratan enfermedades relacionadas a este virus. Para ser efectiva debe ser administrada antes del inicio de la actividad sexual, lo que previene casi el 100% de infecciones por VPH serotipos 16 y 18, que son los que más se asocian a cáncer en Chile”, comenta la Dra. García.

¿Quiénes debieran hacerse estudio genético?

La especialista es enfática en subrayar la importancia de pesquisar oportunamente todos los tipos de cáncer, para ello es fundamental la educación y modificación de factores de riesgo, asociado a un control médico periódico, realizar un examen ginecológico acucioso y solicitar los exámenes correspondientes. También recomienda  la realización de un estudio génetico para detectar o descartar la mutación BRCA 1 ó 2, en los siguientes casos:

ü  Mujeres con antecedentes personales de cáncer de mama bilateral, cáncer de mama y ovario, cáncer de mama antes de los 40 años; y antecedentes de familiares cercanos con estas características o que tengan estudio genético positivos.

Edades con mayor incidencia de cánceres femeninos

– Cáncer de mama, se presenta entre los 50 y 60 años.

– Cuello uterino, tiene una mayor incidencia entre los 35 y 54 años, el promedio es aproximadamente a los 48 años.

-Ovario, en mujeres postmenopáusicas entre los 60 y 80 años.

-Endometrio, entre los 50 y 70 años, el promedio es a los 60 años.