Con más de una década de experiencia en gestión cultural y especializada en artes escénicas, Alejandra Martí es la Directora Ejecutiva de la Asociación de Teatros de Latinoamérica: Ópera Latinoamérica, OLA. Lidera bajo esta posición la red de teatros Latinoamericanos de artes clásicas, entre ellos los más importantes de la región, como el Teatro Colón de Buenos Aires, el Teatro Argentino de La Plata, el Bellas Artes en México, el Teatro Municipal de Río de Janeiro en Brasil y el Ópera de Colombia. Conversamos en exclusiva con Alejandra sobre los principales desafíos de su cargo, la cultura y los planes que tiene para masificar un arte que por décadas ha sido elitista. Menos jerarquía, menos individualismo, menos divismo y más trabajo en red, es lo que propone para la lírica.
1.- La ópera es una disciplina que siempre ha estado ligada a la elite del mundo artístico. Tanto por estética y calidad de contenido es un arte que siempre ha sido asociado a las altas esferas. ¿De qué manera concibes tú la ópera y su relación con la sociedad?, ¿Cómo parte el trabajo de ampliar el acceso?
La ópera es uno de los géneros escénicos que más disciplinas artísticas pone en común arriba de un escenario. Canto, teatro, música, diseño, vestuario, danza, iluminación, y en los últimos años hasta el cine por la cantidad de propuestas escénicas multimedia. Muchos artistas y técnicos de todas estas artes forjan sus carreras con tremendos esfuerzos, muchos de diversos estratos socioeconómicos, países y orígenes. No hay elitismo en la ópera desde un punto de vista de quienes la hacen posible. El problema, es que por lo caro de su producción, al ser un espectáculo tan completo y complejo, la producción de una ópera es cara, y por ende, las entradas tienden a tener precios más elevados que cualquier otro espectáculo de cartelera. El resultado es que se deja de producir ópera en teatros que tienen menos presupuesto y las audiencias se concentran en los polos donde se produce.
En mi opinión, veo tres problemas en general en esta industria y su relación con la sociedad: Acceso, formato, repertorio, y cantidad de jugadores en la industria.
Respecto el acceso la tecnología ha hecho mucho por ampliar la llegada nuevos públicos que si no fuera por los streaming abiertos de los mismos teatros, YouTube, Spotify, plataformas especializadas como Opera Vision, Palco Digital, Selecta, entre muchas otras, hay espectadores que no tendrían forma de acceder a este género.
Sobre el repertorio y formato hay que fomentar la nueva creación apoyando vía políticas públicas y leyes de fomento a los compositores. Sobre el formato atreverse a programar en chico, no toda ópera necesita un gran formato para estar en un teatro. Con esto quiero decir; formatos de cámara, adaptaciones, reducciones, experimentar con nuevos formatos. Construir el I+D del mundo artístico. Sin ese laboratorio no habrán nuevos compositores y artistas. Como en cualquier industria, hay que pilotear en chico, con bajo presupuesto y riesgo, y luego dar el salto a formatos más caros y más grandes.
Sobre la cantidad de jugadores en la industria, creo que hay muy pocos teatros produciendo ópera. Para que realmente haya mercado de circulación y desarrollo profesional para artistas, técnicos y gestores, y tengamos mayores audiencias, se necesita más teatros haciendo ópera.
2.- ¿Es Chile un consumidor de arte de importancia en Sudamérica?, ¿De qué manera tú crees que se podría potenciar su consumo?
Chile es un país de 17 millones de habitantes con un ingreso per cápita de US$24.537. La última Encuesta Nacional de Participación Cultural reflejó que solo un 30% de los encuestados han asistido a espectáculos de danza, ópera, música clásica y música actual, y lo peor de todo, es que los números han bajado respecto a la última consulta. En mi opinión, y mirando esos números, así no se puede ser un consumidor relevante en Latinoamérica. Lo puede llegar a ser si se aprietan las teclas correctas en el ámbito de políticas públicas que fomenten el consumo cultural. Sí creo que Chile se está posicionando como un país muy interesante respecto a la creación artística y de la exportación de servicios afines. Esto debido desarrollo y sofisticación de su economía creativa, y de los apoyos de distintos ministerios, Prochile y Corfo que se están articulando.
3.-Con años de experiencia en el mundo artístico y sobre todo en actividades relacionadas al arte lírico ¿a tu parecer cual es la clave para poder fomentar la cultura en los sectores jóvenes y adultos en Chile?
Después de trabajar 13 años en teatros implementando proyectos educativos y programaciones para niños, familias y jóvenes, estoy convencida que el trabajo se hace desde ahí. La única manera es que los teatros y centros culturales tengan una oferta artística de calidad para las familias, programas de vinculación con escuelas, y fomento de nueva creación. La experimentación y apoyo al nuevo repertorio para llegar a los públicos más jóvenes y conectados con las nuevas tendencias es clave.
4.- Dentro de tu recorrido profesional fuiste Directora de Desarrollo Institucional en el Teatro Municipal de Santiago, y ahora Directora Ejecutiva en Ópera Latinoamérica. ¿El trabajo colaborativo es una constante en el mundo del arte, y cómo se ejecuta este desde las directivas?
Partí mi carrera en el Teatro del Liceo de Barcelona a los 25 años. Luego me vine a Chile y empecé a trabajar en el Municipal como Gerente de Proyectos. Armé y desarrollé distintas áreas como el tema educativo, mediación, Centro DAE, +Municipal, Ciclos en la Sala Arrau, estudios, el Pequeño Municipal, entre otros proyectos. Mi trabajo sólo fue posible gracias a la colaboración y asociatividad con distintas instituciones, teatros, entidades de gobierno, empresas, etc.
Llevamos años avanzando ya en la Economía Colaborativa, el mundo del arte no puede estar ajeno a esto. Al contrario, los artistas escénicos tienen grandes habilidades para trabajar en red, porque la base de su trabajo es mayormente trabajo en equipo.
5.- ¿Cuál es el objetivo de Ópera Latinoamérica y cuáles son los planes a futuro en Chile?
El gran desafío para los próximo año es posicionar los ejes estratégicos de OLA por medio de proyectos específicos. Fortalecer la red existente de 25 teatros para que haya más coproducción entre ellos y con el resto del mundo. Idealmente ampliarla un poco más y consolidar sus proyectos estratégicos. También dedicarme fuertemente a desarrollar el emprendimiento ‘Escena Marketplace’, la primera plataforma internacional de comercialización de producciones.
6.-¿Cómo has podido llevar la vida personal y la profesional?
Primero que todo debo decir que el apoyo recibido en los lugares donde he trabajado ha sido clave para contar con flexibilidad y teletrabajo.
Soy madre, tengo 3 niños a los que les dedico mucho tiempo. De todas formas siempre he sido ,muy ordenada en el tema doméstico. Cuento con una persona que trabaja en mi casa hace 10 años aproximadamente, lo que ha sido clave para mi en este punto. Mi marido me ha apoyado desde el primer día ,y que siempre ha creído en mis capacidades y en mi necesidad de realización profesional, al cual le debo mucho y le tengo un respeto y lealtad enorme. Hay muchos sacrificios que hacer, ya que son trabajos que te implican estar fuera de casa y horarios poco comunes. Por ejemplo, mi hijo menor tiene 4 años y el mayor 10. Los he integrado siempre a mi actividad. Recuerdo que cuando trabajé en el Teatro Municipal, y estaba a cargo del proyecto ‘Pequeño Municipal’, que es la programación de espectáculos familiares, los fines de semana iban conmigo a los ensayos y a las funciones. Los 2 mayores vieron más de 50 espectáculos durante el tiempo que estuve ahí. Incluso me los llevé a trabajar al Teatro Colón cuando estuve colaborando con ellos hace unos años.