Ya es cotidiano escuchar, ver o leer durante el mes de agosto una serie de consejos para que las personas de la tercera edad pasen con éxito esta temporada. Pero sin duda una de las mejores herramientas para mantenerse sanos y activos es realizar una actividad física y tener un estilo de vida físicamente activo que les permitirá a nuestros abuelitos fortalecer el corazón, crear anticuerpos y mantener la mente ocupada. El subdirector de la Escuela de Deporte de AIEP, Víctor Donoso nos deja un listado con sugerencias para los abuelitos: 

  • Caminata. Cuando una persona camina a un paso ligero, con ganas y energía, tres días por semana durante media hora, mejora ligeramente la densidad mineral ósea de la columna, también ayuda a mantener la presión arterial, aumenta la capacidad para captar oxígeno y desarrolla un corazón más eficiente previniendo enfermedades coronarias.
  • Bicicleta. Esta actividad entrega beneficios circulatorios a las personas mayores, mantiene el tono de brazos, columna y piernas. Pero hay que tener en cuenta que al final de cada sesión se deben realizar ejercicios de estiramiento.
  • Natación. Este deporte es ideal para las personas de la tercera edad con sobrepeso y problemas articulares pues el agua ayuda a alivianar el peso y moverse de mejor manera. La natación favorece la actividad del sistema cardio-respiratorio muscular y mejora los síntomas de enfermedades de carácter óseo, articular, muscular y motriz.
  • Yoga. Esta disciplina ayuda a los abuelitos a aumentar la flexibilidad del cuerpo, mejorar el tono muscular, fortalecer los huesos, acrecentar la respiración y la circulación y estimular el sistema inmune. Paralelamente, relaja y colabora en balancear las emociones.
  • Bailar. Ayudará a tonificar los músculos, incrementará la flexibilidad, y aumentará la velocidad de caminata.

Recomendaciones:

  • Antes de empezar cualquier rutina de actividad física se debe consultar a un médico para que dé la autorización.
  • Buscar un calzado y ropa cómoda que ayuden a que los movimientos sean fáciles.
  • Durante el ejercicio hay que controlar regularmente el pulso, porque si está muy acelerado se debe tomar un descanso. También se debe verificar el tiempo de retorno a la calma, si el tiempo de recuperación es muy largo se debe consultar a un doctor.
  • La actividad física debe ser regular y constante. En caso de suspender la rutina durante un tiempo, el retorno debe ser progresivo.
  • Evitar esfuerzos que exijan posturas estáticas o rígidas.