- Este tema será profundizado por la profesional durante el 1° Simposio de Actualización en Hidratación, organizado por la Sociedad Chilena de Pediatría y la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo
Mucho se sabe de los cuidados nutricionales durante el embarazo y la lactancia, sin embargo, se desconoce cuáles son las verdaderas necesidades de hidratación que presentan las mujeres en estas dos importantes fases. Si bien está consensuada la importancia de aumentar el consumo de líquidos en estas etapas, aún hay desconocimientos en torno a las cantidades de líquidos que se deben adicionar, las posibles fuentes de hidratación y la veracidad de algunos mitos relacionados al consumo de productos como café o té, por ejemplo.
La nutricionista y directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo (UDD), Rinat Ratner, explica que “los cambios fisiológicos que se producen en el embarazo, sumado a que el 90% de la leche materna está compuesta de agua, aumentan la necesidad de hidratación en estas fases. Por eso se recomienda incrementar la ingesta habitual de líquido en 0,5 a 1,0 litros al día”. Considerando al agua y las demás fuentes de hidratación.
Los mitos de la cafeína:
Si bien la cafeína está presente en varios productos, como el té y bebidas, su mayor consumo mundial proviene del café. La ingesta de éste es relativamente alto entre las mujeres en edad fértil: en Estados Unidos, por ejemplo, alcanza un 25% en el rango de 20 a 29 años; y un 46%, entre los 30 a 39 años.
Este alto índice y los efectos de la cafeína en el cuerpo han dado pie a una serie de estudios y especulaciones que preocupan especialmente a mujeres embarazadas. Para la especialista, si bien hay relación entre la cafeína y problemas en el embarazo, el nivel de exposición a estos riesgos está asociado directamente a un alto consumo. “Todas estas complicaciones están asociadas a dosis elevadas. La mujer que está habituada a beber estos líquidos sí puede mantener una ingesta moderada (200 mg diarios de cafeína), siempre bajo supervisión médica”, explica Ratner.
Las mujeres en periodo de lactancia también deben tener sus consideraciones en relación al consumo de café, ya que la cafeína puede ser traspasada al lactante a través de la leche materna. Aunque se ha informado que puede provocar irritabilidad y alteraciones del sueño de los bebés, se considera que un consumo moderado no tiene efectos adversos en la salud del lactante.
“En el caso de las madres en gestación, las alteraciones en el feto y embarazo se presentan a partir de una concentración de 300 mg de cafeína en la sangre. En el caso de lactantes, un consumo diario de cafeína por parte de la madre de 500 mg aporta al niño cantidades irrelevantes de esta sustancia”, aclara Rinat Ratner. No obstante, señala que la ausencia de riesgo no implica que se fomente su consumo. A modo de referencia, una taza de café de 150 cc aporta entre 90 y 150 mg de cafeína diarias, dependiendo del origen de café y su modalidad de preparación.
Variedad de fuentes
Cada etapa del embarazo tiene sus propios requerimientos de hidratación, por lo que la nutricionista recomienda ingestas diferenciadas. Por ejemplo, durante el primer trimestre se sugieren 2 a 2,5 litros diarios; mientras que en el segundo y tercer trimestre y la lactancia, la necesidad aumenta a 3 litros diarios.
Este es el tema que Rinat Ratner y otros especialistas nacionales e internacionales, vienen a presentar frente a profesionales de la salud y de la nutrición en el 1er Simposio de Actualización en Hidratación organizado por la Sociedad Chilena de Pediatría y la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo, que se realizará los días 20, 21 y 23 de agosto en Viña del Mar, Santiago y Concepción.