Están en todas partes, gracias a las ventajas que ofrecen a los residentes y vecinos, como proximidad a servicios y productos.

Una tendencia que llegó para quedarse en el mercado inmobiliario es la combinación de inmuebles para distintos usos en un mismo edificio. Estamos hablando de los proyectos mixtos, que mezclan en una sola torre, departamentos, oficinas y locales comerciales, con accesos diferenciados y espacios comunes.

El costo de la tierra, la movilidad en la ciudad y la densificación urbana, ha hecho que la mayoría de los proyectos inmobiliarios nuevos sean mixtos. “El desarrollo de estos edificios ha ido a la par de las tendencias del sector, pues se han ido validando en el mercado gracias a las ventajas y al aporte que dan al barrio en que se encuentran”, comenta Sebastián Serrano, sub gerente de proyecto de Inmobiliaria Brotec-Icafal.

Y la capital de la Región Metropolitana es un claro ejemplo. “Precisamente, Santiago Centro es un lugar con una vocación comercial y residencial, donde es común encontrar este tipo de edificios. Generalmente, las calles cercanas a estaciones de metro, cuentan con mucho flujo peatonal, por lo que se hace atractiva la instalación de almacenes, farmacias, café y otro tipo de entretenimiento, que atiendan a quienes transitan por estos lugares, así como a quienes viven ahí, aportando a su calidad de vida”, agrega Serrano.

Y es que una de las ventajas más significativas es reducir los tiempos de movilidad. En ese sentido, el gerente comercial de RDG (Ralei Developmento Group), Andrés Ergas, explica que “además de traer beneficios directos a los residentes, entrega un importante valor agregado al sector, considerando que muchas personas buscan cercanía y proximidad a diversos productos y servicios los que, en alguna medida, podrán encontrar en este recinto”.

En ello coincide Ana María del Río, gerente comercial de Siena Inmobiliaria: “Esto facilita el desplazamiento de las personas al tener todo cerca, lo que a la vez genere beneficios para la gente, descongestión de la ciudad en materia vial, menos contaminación ambiental y acústica, menor gasto en transporte”.

Aporte urbano

Por su parte, la industria inmobiliaria ha ido respondiendo a las necesidades de los clientes y de las comunidades en las que se insertan. “En Brotec-Icafal contamos con dos edificios de departamentos en Santiago Centro que cuentan con locales comerciales en el primer piso. Estos proyectos, Vive Argomedo y Vive San Francisco, se han desarrollado acorde a los estándares necesarios para ser un aporte al barrio y un “buen vecino”, comentó Sebastián Serrano.

Una cultura de desarrollo inmobiliario que comparten en Empresas Armas, quienes buscan incorporar la comunidad a los proyectos; es decir, respetando la arquitectura, materiales, diseño, colores y morfología del sector, y necesidades de las personas, a fin de contribuir al barrio en que se inserta el inmueble. “Nos preocupamos de entregar una solución lo más adecuada para los que trabajarán o vivirán en lugar. Estos edificios tienen que ser un aporte a la comuna y ciudad y comprometerse con el espacio público”, explica Iarhemy Figueroa, gerenta comercial de Empresas Armas.