Por Paola Leyton
Periodista
La primera vez que fui, sentí una conexión especial con Colchagua, este valle que a dos horas y un poquito más de Santiago es privilegiado por su clima mediterráneo y por las extraordinarias condiciones de su tierra para producir vinos. No en vano se ha hecho conocido por la “Ruta del Vino” que reúne a varias de las mejores viñas de la zona central de nuestro país y un creciente turismo en torno a esta industria.
Ya en mi quinta escapada a Santa Cruz, tengo algunos panoramas recomendados y por supuesto, algunos de ellos imperdibles.
Para alojar hay muchos hoteles, unos con historia, otros más modernos y muchos hoteles boutique que han nacido de la reconstrucción de casas patronales, las que contaban con propias viñas en sus terrenos. Uno de los hoteles que más me ha gustado es el Casa de Campo, una casona muy bien tenida, con hermosos espacios para desconectarse, con muy buenas habitaciones y excelente servicio.
Cabe destacar que he ido en invierno y en verano y en ambas oportunidades tuve una excelente experiencia. También he estado en el Hotel Santa Cruz Plaza, del reconocido empresario Carlos Cardoen que tanto ha aportado al desarrollo de la región con sus proyectos culturales. Y si bien tuve una fabulosa estadía, no tiene la calidez de un hotel más pequeño en el cual los propios dueños se aseguran de que estés teniendo la mejor de las estadías.
Para almorzar o cenar tengo varias sugerencias pero uno de mis favoritos es el Rayuela, restaurante de la viña Viu Manent, que tiene una agradable terraza y que cuenta con platos de gran calidad. Lo que sí hay que preocuparse de reservar para asegurarse de encontrar espacio, pues es muy demandado y como les dije uno de los imperdibles de la zona.
Otras dos recomendaciones son el Restaurante Vino Bello y la Famiglia, que es nada menos que del ex animador Cesar Antonio Santis y se encuentra a un par de cuadras de la plaza de Colchagua. Respecto a este último, hay que decir que las porciones no son muy grandes, así que es ideal para ir a cenar, más que a almorzar. En cambio el restaurante Vino Bello cuenta con una rica carta y platos de buena presentación y tamaño.
Panoramas obligados son los tours por las viñas, donde podrás conocer más de los fundadores de cada viña, que en general fueron muy visionarios y corresponden a historias familiares. También podrás degustar las mejores cepas y variedades de cada Viña. Yo he visitado la viña Laura Hartwig y la Viu Manent y ambas cuentas con excelentes vinos. Me quedan por conocer muchas, pero dentro de mis próximos planes están ir a la viña Montes y Apaltagua.
Finalmente y para completar un fin de semana redondito, puedes visitar el Museo de Colchagua, que cuenta con más de 4 mil m2 de exhibición y que sin duda es mucho más de lo que uno espera o puedes ir al Museo del Automóvil, que conserva autos y motocicletas de distintas épocas.
Sin duda un fin de semana no es suficiente para conocer y hacer todo lo que uno quisiera en esta hermosa zona, por lo que Colchagua es un destino para repetirlo una y otra vez.
