La escritora acaba de lanzar “Para Siempre Noura”, un libro que desde la voz de un niño, nos habla de la guerra y las pérdidas que ella con lleva. Un precioso relato que se acompaña de conmovedoras ilustraciones, ideal para que grandes y chicos puedan compartir durante estas vacaciones.

Por Rebeca Ubilla M.

 

Nunca ha sido fácil entender el tema de las guerras, menos aún cuando éstas tocan a niños inocente que pierden su familia, amigos y entorno, quedando marcados de por vida. Con esta inquietud y una gran pena que removió su corazón, por los últimos acontecimientos ligados a sucesos de este tipo, Francisca Cortés dejó todo de lado y  se aventuró a la escritura de “Para siempre Noura” – de Editorial Zig Zag-,  un relato que desde las voces de los niños nos habla de la amistad y de la pérdida de un entorno y de un ser querido, todo con las conmovedoras ilustraciones de Paulina Silva.

Un precioso libro para grandes y chicos que nos hará reflexionar sobre un tema tan doloroso y que sigue presente hasta nuestros días. De esto y de su proceso de escritura conversamos con su autora.

¿Qué te llevo a escribir el testimonio de un entorno en guerra?

Fue algo muy espontáneo: en ese momento yo estaba terminando de escribir mi segunda novela infantil, que es pura aventura y mucho humor, así que estaba en una frecuencia súper lejana a lo que es la guerra, cuando navegando en internet me topé con una noticia que me caló bien hondo, noticia que era una más de miles, sobre niños que estaban perdiendo a sus seres queridos, su integridad, su vida por culpa de los adultos y de sus tristes decisiones.  Quedé enojada y angustiada varios días, y no pude escribir más mi novela, no podía sacarme el tema de la guerra de la cabeza, y surgió esta historia, como una manera de decantar mi propia pena(yo creo).  La novela tuvo que esperar su turno para ser terminada, porque este golpe de inspiración tomó la prioridad.

Francisca Cortés, autora del libro
Francisca Cortés, autora del libro

¿Quiénes inspiraron las voces de los niños protagonistas?

Noura y su vecino son todos los niños que vi aparecer en la prensa esos días. Mientras escribía, podía ver sus caritas con mucha claridad, como si yo estuviera viendo una película.  Era como si esos mismos niños me hubieran estado soplando lo que querían decir, fue muy raro. No pude parar de pensar en ellos, hasta que terminé bien la historia.

¿Por qué elegiste hablar a través de las voces de niños?
Por que aunque parezca que sí, a los niños son pocos los que los escuchan.  Menos en el contexto de una guerra, donde la política, la ambición y la miseria humana arrasan con toda sensatez y capacidad de diálogo. A ellos nadie les ha preguntado cómo se sienten en realidad, y eso me produce mucha frustración. Me parece fundamental poner atención y escuchar al niño de hoy para formar un adulto íntegro y feliz mañana.

¿A quiénes está dirigido tu libro?
Creo que este libro está dirigido a todas las personas que sienten empatía por otros, sea en la situación que sea, para personas sensibles que puedan ponerse en algún momento en el lugar de alguien más.  Y en este marco entran tanto niños como adultos. Y hay muchos niños que no tienen idea de qué es la guerra ni lo que produce, mi intención era también acercar un poco a esos niños a esta realidad que existe no muy lejos de ellos.

¿Cuál es el valor que les atribuyes a las ilustraciones en el libro?

El rol de las ilustraciones es vital para la existencia de la historia.  Desde el primer momento, Paulina comprendió exactamente la forma de interpretar las emociones, diálogos y sentimientos del relato a través de sus trazos y los colores de su acuarela. El texto en sí mismo jamás se refiere a Siria, como tampoco existe un villano específico ni un héroe preciso, entonces, esas ideas debían inferirse a través de la ilustración únicamente, para así conservar la delicadeza del texto. Paulina hizo un trabajo magistral, este libro no podría haber sido concebido sin sus dibujos.PORTADA_NOURA_3D

La temática de las guerras ¿seguirá estando presente en tus publicaciones?

La verdad es que nunca sé que voy a escribir a continuación, nunca me he sentado a decir “ya, voy a escribir sobre este tema ahora”. Lo que escribo tiene mucho que ver con lo que siento en ciertos momentos, son como rachas de inspiración que de repente aparecen, y después se van por largo rato. Quisiera que escribir para mí fuera un trabajo constante, pero no lo es. Pero sí soy muy reflexiva, seguramente volveré a escribir sobre temas profundos alguna vez.

¿De qué manera educamos a niños con este tipo de publicaciones en temas tan dolorosos como la guerra?

La palabra clave es RESILIENCIA, poder transmitir que pase lo que pase todo saldrá bien, y que al final del camino, lograrás ser feliz de todas maneras. Teniendo esa certeza, creo que toda dificultad se hace más llevadera.