Por Mónica Rubio Ph.D.
Departamento de Astronomía Universidad de Chile
Chile dedica esta semana a la astronomía y a la astroinformática, siendo sede de la Conferencia Internacional de Astroinformática por primera vez como Región y tras 27 años de trayectoria, con 33 países representados por astrónomos y astroinformáticos. Cifras de Conicyt informadas en el Encuentro sobre Equidad de Género en astronomía e ingenierías: ¿Cómo potenciamos nuestro taleno?, indican que en Chile; un 18% de los profesionales de las ciencias de la computación son mujeres y solo un 4% de quienes trabajan en TI .
Pareciera que existen ciertos estancos en la sociedad que nos dificultan promover las vocaciones en ciencias y potenciar el valor de la equidad de género en tantos equipos de trabajo. La diversidad y la inclusión aplican tanto a hombres como a mujeres en el mundo entero, y Chile tiene una deuda al respecto. Países como Costa Rica en nuestra región, muestran mejores resultados y evidencias en este sentido, siendo necesaria la instalación local de prácticas conducentes a la equidad, promover nuevas vocaciones, generar instancias educacionales, y aplicar mejoras contractuales que permitan flexibilizar y compatibilizar mejor el rol profesional con la familia.
Si bien todo ellos colaboran en crear un cimiento constructivo, creo que lo más relevante es potenciar la difusión de testimonios de mujeres chilenas destacadas en todo tipo de ciencias. Como astrónoma y madre, siempre estuve cerca de mujeres que me marcaron, partiendo por mi mamá profesional, hasta la Dra. Adelina Gutiérrez, el primer doctorado en astronomía que tuvo nuestro país y me formó.
El desarrollo de las tecnologías nos permite hoy acercar y masificar todo tipo de información, con un lenguaje audiovisual que puede llegar a una niña en Punitaqui o una adolescente en Punta Arenas. Chile está lleno de excelentes testimonios de científicas en las áreas de la astronomía, la computación, la física, la salud, la agricultura, acuicultura, y cuidar cada mensaje que damos en el aula y en casa, ya que cualquiera de ellos podría representar el despertar o la respuesta a una inquietude innata por las ciencias.
Recibir los estímulos necesarios en la educación y en el hogar, promueven la confianza, la osadía necesaria para romper prejuicios y validarse en muchos escenarios dominados hasta hoy por los hombres. Necesitamos avanzar en desarrollar la cultura de nuestra sociedad y olvidar los roles restringidos, y adecuar la cultura organizacional en empresas, colegios y universidades. Las mujeres tienen las mismas capacidades para hacer ciencia e ingeniería que los hombres, como también para convertirse en líderes.
En el 2020 se espera que Chile concentre el 70% de la infraestructura astronómica mundial, lo que ligado al gran volume de datos que deriva del estudio del universo desde nuestros cielos, representa oportunidades ilimitadas para las nuevas generaciones de chilenas. Compartamos nuestras experiencias y forjemos nuevas vocaciones.