Con exámenes de visión periódicos y una detección temprana se pueden evitar sus consecuencias, pues sin el tratamiento adecuado y oportuno, esta patología podría llevar a la ceguera.

El glaucoma constituye un evidente problema de salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud, es la segunda causa de ceguera en la población global después de las cataratas. En este sentido, el organismo internacional estima que para el año 2020, cerca de 78 millones de personas padecerán la enfermedad  y habrá alrededor de once millones de pacientes ciegos. Ante estos datos, cabe preguntarnos ¿de qué se trata esta enfermedad y cómo podemos prevenirla?

El oftalmólogo de Vidaintegra, Antonio Cornejo, explica que dicha patología “es una enfermedad  multifactorial neurodegenerativa del nervio óptico, acompañada muchas veces de un aumento de la presión o hipertensión ocular. Su causa principal es una falla en el drenaje de los líquidos del ojo, rompiendo el equilibrio entre producción y salida de éstos. También existen factores hereditarios”, asegura el especialista.

Tipos de glaucoma

Además del glaucoma crónico, existen otros tipos de variantes que son menos frecuentes, como el glaucoma congénito y el agudo. Este último tiene como principal síntoma el dolor intenso y que el ojo tenderá a ponerse rojo. Asimismo, tendrá visión borrosa, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, lo que ameritará atención de urgencia. Este glaucoma avisa su aparición de forma violenta, a diferencia del crónico, que es mucho más frecuente pero asintomático.

Tratamiento

Si bien el glaucoma es una enfermedad crónica, tiene tratamiento. Este depende de varios factores, tales como el tipo de glaucoma, su severidad y la edad del paciente, entre otros.

Su tratamiento tiene tres niveles. Primero, fármacos en gotas para controlar la patología, luego el tratamiento láser y en último lugar, la cirugía. Esta última en caso de no haber obtenido un resultado positivo con los dos primeros pasos. El objetivo de estos tratamientos es bajar la presión ocular, generalmente alta.

La importancia de la prevención en grupos de riesgo

La prevención del glaucoma es fundamental, sobre todo en los mayores de 40 años, personas con antecedentes familiares de la enfermedad, quienes padecen de hipertensión ocular y a quienes, al ser evaluados por el especialista, se les detectó un aspecto sospechoso del nervio óptico. “A diferencia de las cataratas, la ceguera por glaucoma es irreversible. De ahí la importancia de su detección precoz: a través de evaluaciones oftalmológicas cada dos años a todas las personas mayores de 40, sobre todo si tienen factores de riesgo asociados”, manifiesta el Dr. Cornejo.

El oftalmólogo  sostiene que no hay estudios específicos que den cuenta de la prevalencia de la enfermedad en Chile. Sin embargo, se proyectan entre 83.000 y 143.000 personas. “Como el glaucoma crónico es asintomático, se estima que la mitad de estas personas no saben que padecen la enfermedad”, finaliza el especialista.