Aunque se trata de una costumbre que se ha hecho cada vez más común, el uso de móviles durante la lactancia trae consecuencias. En este artículo, abordamos la importancia de la conexión visual para favorecer el vínculo madre-hijo.
No es raro ver a niños solos en los parques porque sus mamás chatean en el celular, o que éstas dejen de hablar con sus hijos para responder mensajes en su smartphone. Un hábito frecuente en la actualidad y que, desde hace un tiempo, se ha extrapolado al proceso de lactancia, en el que muchas madres usan sus móviles para revisar sus redes sociales o comunicarse con otros mientras amamantan a sus hijos. ¿Afecta esto en la relación con el bebé?
“Sin duda afecta”, afirma Francisca García, matrona coordinadora del Programa de Lactancia de Clínica Tabancura. “El momento de alimentar a un lactante debe ser íntimo y es la instancia perfecta para fortalecer el apego en los niños. Al nacer, ellos pueden ver a una distancia máxima de 20 centímetros, distancia que existe entre el pezón y el rostro de la madre. Por lo tanto, podemos deducir que para el niño es importante mirar el rostro de su mamá mientras se alimenta, causándole seguridad”.
No favorece el contacto visual y físico
La especialista enfatiza que el uso de celulares no favorece ni el contacto visual ni el físico, ambos esenciales para este apego seguro. “El ejemplo más claro ocurre al nacer: está comprobado que los niños que realizan apego piel con piel con sus madres, de forma ininterrumpida las dos primeras horas, logran más fácilmente el primer acople al pecho dentro de ese tiempo, teniendo una mayor tasa de lactancia exitosa a futuro”.
Por otra parte, explica que cuando la madre amamanta, libera oxitocina, hormona necesaria para el reflejo de eyección de la leche y también llamada “hormona del amor”, ya que relaja a la madre y al niño, el que siente placer con la succión, junto con saciar su hambre.
Contaminan y traen microbios
Sin dudar, la matrona de Clínica Tabancura aconseja dejar de lado los teléfonos móviles al amamantar, también porque al tocarlos, las mamás se contaminan las manos. “El celular está lleno de microorganismos patógenos, similar a la cantidad que encontramos en los pasamanos del metro, que fácilmente la madre puede trasmitir de su mano al recién nacido, sobre todo cuando se está alimentando”, enfatiza la matrona de Clínica Tabancura.
“El mejor consejo para las mamás, es que aprovechen el momento único de conexión con los hijos que regala la lactancia. Lo ideal es hacerlo en un lugar tranquilo, donde la madre no se sienta estresada y en condiciones que ella considere cómodas”, finaliza García.
Foto vía: www.bebesymamas.com