Se acerca el día del niño, por eso quisimos abordar uno de los principales males que afecta a nuestra sociedad, incluyendo a los menores: la obesidad. Por ello, la sicóloga y co-autora del libro “Quiero ser flaca y feliz” nos hace reflexionar sobre el tema y nos orienta sobre cómo educar a nuestros niños. No te la pierdas!

Por Rebeca Ubilla M.

Que la obesidad infantil es uno de los principales males de nuestra sociedad eso ya no es novedad, pero las cifras  nos siguen alarmando día a día:  una de las últimas? Un Mapa Nutricional entregado por la Junaeb del 2016, el cual  indica que el 26,4 % de los alumnos de entre cinco y siete años tienen sobrepeso y un 23,9 son obesos. Asimismo, señala que los alumnos de primero medio presentaron un 31 % de niños con sobrepeso.  Teniendo en cuenta que se acerca el día del niño, quisimos conversar con Karolina Lama, Magister en Psicología Clínica, Co-Creadora del Método Goce y Co-Autora del libro “Quiero ser flaca y feliz”(Planeta, 2015).

Queremos que nos ayudes a orientar a los padres en uno de los principales “males” de nuestros días: la obesidad infantil, ¿Qué tips le puedes entregar a los papás?

La educación de los niños, los hábitos son responsabilidad de los padres y de los adultos encargados, tales como abuelos, profesores o colegios.

Hoy en día vivimos en una sociedad obesógena, es decir, una fabrica de obesos. Dado esto, el 70% de los adultos tiene un grado de sobrepeso/obesidad y el 50% de nuestros niños también. La cifra es dramática. Peor aun, hay niños que no necesariamente son obesos, sino flacos que están teniendo un “organismo obeso” es decir, están en su peso normal pero padecen resistencia a la insulina, colesterol alto u/o hígado graso. Es decir, son flacos por fuera y gordos por dentro. Lo primero que le digo a los padres es que es su deber educarse.

OMS

En este contexto ¿desde qué edad los padres pueden inculcar en los niños los “adecuados hábitos alimenticios”?

Desde los cero años. La educación no es algo que empieza y termina, o tiene un horario. Quiero ser clara: todo educa, toda conducta realizada o indicada por un padre es traspasar hábitos.  Los hábitos no son sólo personales, son también sociales. Tenemos una sociedad con malos hábitos, por lo tanto es responsabilidad de los padres 1º entender que lo “normal” es francamente anormal y dañino para nuestros hijos y en 2º lugar generar estrategias para construir familiarmente hábitos diferentes, más sanos y que permitan a nuestros hijos tener un futuro saludable sin depender de la industria farmacéutica para sobrevivir.

En tu libro se habla del “gen traga traga” ¿existe éste o es un hábito aprendido?

Es un concepto que usaba una paciente de Grupo Goce (grupo de obesos en control de excesos) que decía que su problema era “genético”. En realidad, no existe tal cosa como “obesidad genética”. Quienes así lo afirman, sólo están diciendo de forma elegante que no saben lo que le pasa a su paciente. Sabemos que la incidencia de los genes en la obesidad no va mas allá de un 3% a un 10%. El otro 90% (en el caso más extremo) depende del ambiente, es decir, de los hábitos sociales, culturales y personales. Por lo tanto qué, cómo y cuánto comemos es más importante que un examen genético. Ahora claro, siempre es más fácil responsabilizar a los genes que cambiar y tomar la responsabilidad de nuestra propia vida.

¿De qué manera la comida como un sistema de recompensa o refuerzo a actitudes positivas de los niños,  los puede predisponer a sufrir de sobre peso en la adultez?

Los niños aprenden con refuerzos, ya sean internos o externos. Los más pequeños responden solo a los externos, pero en la medida que avanza el desarrollo la idea es que los padres incentiven el otro tipo de refuerzos. Por ejemplo, cuando mi hijo hace las tareas a la hora acordada, yo como recompensa le doy algo (comida, juguete, paseo, etc), gana algo, eso es externo. Un refuerzo interno es mostrarle lo rico que se siente si hace esa tarea, el valor de aprender en si mismo, de la responsabilidad recompensada en si misma. Eso lo logran más adelante en el desarrollo y debería ser el objetivo de la educación. Estos son refuerzos “internos”.

Lo que pasa es que hoy los padres no se dan el tiempo, entonces refuerzan con comida o cosas, entonces crean seres que resultan obesos o consumistas, personas centradas en el “tener” más que en el “ser”.

¿Qué rol juega la ansiedad en la relación de los niños con la comida? ¿desde qué edad se puede manifestar? ¿Se puede decir por ejemplo, que un niño de dos años come por ansiedad?

A ver, la ansiedad es un lugar común. Lo niños comen por toda variedad de emociones, los adultos también. Usamos la comida para evadir o calmar dichas emociones, tales como la pena, la rabia o el miedo. En los años 90´del siglo pasado a los pacientes se les trataba el problema del comer con ansiolíticos, y lo que sucedía es que seguían comiendo igual, sólo que “calmadamente”.

Hoy la comida, en especial los hidratos de carbono refinados (azúcar, harina blanca, etc.) se trata como un objeto adictivo que conduce a la compulsión, es decir, como todas las otras drogas. Y vale decir que este tipo de alimentos son 7 veces más adictivos que la cocaína. Teniendo esto en cuenta, podemos empezar a entender porque la obesidad fue declarada Pandemia por la OMS. Para el 2030 se espera que mas del 70% de la población mundial la padezca.

¿Desde qué edad es adecuado tratar el sobrepeso en un niño?

Desde los 0 años.

Quiero ser flaca y feliz

Cambio cultural

Culturalmente el concepto de gordura ha cambiado si antes se asociaba a salud hoy es casi sinónimo de enfermedad ¿Estimas que esa visión se ha arraigado en los padres hoy o aún nos falta entender que gordo no es sinónimo de sano?

Creo que el problema está en la educación y en que la industria alimenticia y de la salud, están ganando mucha plata con esta enfermedad. Mientras esto siga siendo así, será muy difícil que cambie la visión cultural. En todos los países existen movimientos hacia la vida sana, hacia la conciencia, hacia un cambio profundo de visión de mundo. Grupo Goce lleva 14 años en esta cruzada, una lucha que comparada con la tribuna y el dinero que invierten las grandes corporaciones para boicotear el cambio, es nada.

Pregúntate tú, por qué atacaron tanto la ley de etiquetados. Hablo de esa misma ley que recibió premios internacionalmente por revolucionaria y que ahora otros países intentan copiar. Ojalá lo logren, en Chile el lobby de las industrias fue feroz para que no saliera. Y cuando se aprobó, la inversión en campañas para desprestigiarlas fue abrumadora, incluyendo comerciales con rostros de tv, impresionante.

¿Qué propone  el método de GOCE para ayudar a combatir el sobrepeso?

Grupo Goce propone un cambio revolucionario, propone que para bajar de peso tienes que educarte, entrenarte y ponerte manos a la obra. No es sólo una dieta, nuestra dieta es fantástica, pero es un “camino” para llegar a un fin, no el fin en sí mismo.

Goce te ayuda a cambiar tu visión de mundo, a cambiar tu vida y solucionar aquello que te tiene con hambre emocional, comiendo compulsivamente. Te acompañamos a encontrar otros placeres, a encontrar la felicidad que le falta a tu vida, esos hoyos del alma que no se tapan con comida. El alimento de las emociones o del alma sí se quiere, dista mucho de ser pasteles y chocolates. Eso es Goce, un cambio profundo y definitivo hacia construir tu vida como siempre la soñaste, donde estar gordo es un síntoma de tu insatisfacción, y la enfermedad es psicológica-emocional, no física.

Karolina Lama Método GOCE