“Nadie creía en mí cuando era pequeña, tuve muy malas calificaciones hasta los 18 años y saqué 450 puntos en la PSU”, así comienza el relato de Carolina, una joven chilena que decidió ir contra la corriente y que hoy, a sus 24 años es una destacada biotecnóloga que ha ganado tres concursos de innovación y que representó a nuestro país en la Universidad Singularity de la NASA. En esta entrevista, les contamos su historia de esfuerzo, sus logros, sueños y cómo quiere cambiar el mundo enseñando a los demás a creer en sí mismos.
Por Paola Leyton
Carolina es una fiel representante de la generación Y, inquieta, idealista y emprendedora. No obstante, durante la época de colegio, la falta de motivación le pasó la cuenta y sus promedios nunca superaron el cinco. Eso la hizo pasar por distintos colegios y terminar su cuarto medio en un dos por uno.
¿Cuándo decidiste generar un cambio en tu vida y dedicarte a los estudios?
Tres meses antes de dar la PSU me cambié a un colegio dos por uno y me propuse estudiar en serio, pero me di cuenta que no podía memorizar una frase y me dio rabia conmigo misma. Empecé a sentirme muy deprimida, fui al sicólogo, neurólogo, pero todos me dijeron que estaba bien, así que me frustraba más aún.
En ese minuto me replanteé y me di cuenta que si mi ideal era ser una científica, tenía que hacer un cambio en mi vida. Me tomé un tiempo para pensar, me fui a la playa a botar todo lo que tenía en mi mente y me di cuenta que lo que tenía que dejar de lado eran el gimnasio, los videojuegos y la vida social, que solo me entregaban una felicidad momentánea. Me convencí que lo iba a intentar, pero finalmente saqué cerca de 450 puntos en la PSU.
¿Qué hiciste en ese momento?
En ese minuto postulé a algunas Universidades, pero ninguna me aceptó por mi puntaje. Toqué muchas puertas, pero mis opciones no eran muy buenas. Finalmente, cuando había pasado casi un mes del periodo de postulaciones y tras mi insistencia, me llamaron de la carrera de Ingeniería en Biotecnología de la Universidad Andrés Bello y logré convencer a mis papás para que me apoyaran.
¿Qué vino después de la Universidad?
Estudié la carrera sin repetir ni un solo ramo y cuando estaba en cuarto año comencé a hacer una pasantía en la empresa de células madre Cells for Cells, al cabo de un tiempo hice la práctica ahí, seguí con mi pasantía y en ese periodo generé dos publicaciones científicas sobre células madre y cáncer en la biomedicina y luego seguí haciendo mi tesis.
También en ese periodo comencé con un emprendimiento, consistente en la generación de un producto biotecnológico para eliminar las toxinas en los campos agrícolas, y sin limitarme ni por la edad ni por mi desconocimiento en el área de los negocios, postulé a un fondo de Corfo, que me gané, con lo cual recibí 10 millones de pesos para hacer el prototipaje.
Venciendo barreras
El siguiente desafío de Carolina fue que sin hablar nada de ese inglés, tuvo que asistir a las clases en ese idioma del programa de capacitación que duraba tres meses, después del cual tuvo que hacer una presentación en inglés ante 100 personas.
¿Cómo lograste superar la barrera del idioma?
Desde el principio no me importó esta limitación y con mucho esfuerzo y estudio, logré salir adelante. En ese minuto comencé a creer en mí y a darme cuenta que tenía muchas habilidades que hasta ese minuto no había descubierto.
¿Qué siguió después?
Postulé a otros programas y fui ganadora de 3 concursos: The S Factory 2015, INNITIA 2016 y Her global Impact 2016.
Gracias a estos programas aprendí de temas de negocio, de patentamiento, licenciamiento, innovación, etc.
Fue entonces cuando sentí que mi proyecto era no solo a nivel nacional, sino que a nivel mundial. Fue ahí cuando descubrí el programa de la Fundación Mustakis que financia a una chilena por año para ir a la Universidad de la NASA – Singularity University- a estudiar las tecnologías del futuro. Me presenté ante un jurado internacional, quedé seleccionada y me dieron la beca.
¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en Singularity?
Me fui a la universidad muerta de miedo, llena de temores por mi falta de idioma, por miedo a no poder cumplir, pero todo eso lo dejé atrás y resultó ser una experiencia hermosa.
Aprendí sobre robótica, inteligencia artificial, nanotecnología, tecnologías del futuro y cómo aplicar estas tecnologías a los desafíos mundiales. Pero lo que más me gustó fue que te enseñaban a ser un líder de corazón: nunca olvidar de donde viniste, a ser empático, buena persona y si vas a ser jefe que seas súper humilde y siempre ponerte en el lugar de los demás.
Y ahora, ¿en qué estás?
Luego que volví de esta gran experiencia me sentí sola en Chile porque nadie me apoyó, mis amigos me decían deja de soñar, tú no puedes cambiar al mundo sin plata. Entonces lo que me chocó es que acá siempre hay un pero para todo.
En ese minuto dije no puede ser, yo me voy a mover, voy a empezar a hacer cosas y empecé a ir a concursos, a eventos de emprendimiento y me di cuenta que en todo esto lo más importante es la pasión. En Singularity siempre nos decían que la ciencia te forma la mente para pensar de una forma distinta y que eso lo puedes aplicar en lo que sea.
De esa manera me convertí en columnista mensual de la revista online española Mujeres Valientes y en expositora de la empresa Charlas Motivacionales Chile.
Enseñando a pensar diferente
Recientemente Carolina creó su segundo emprendimiento llamado Switch Up, que entrega una metodología con varias herramientas para que las personas logren romper las barreras que los limitan y que les impiden cumplir sus sueños.
Se basa en toda la experiencia de esta joven y en cómo ella logró vencer todos los impedimientos que se le presentaban.
Actualmente Carolina da estas charlas en colegios y a personas que busquen apoyo para creer en sí mismas.
“Lo que busco es que todas las personas logren sacar las grandes cosas que tienen adentro y que en muchos casos no han sido descubiertas. Hoy me siento una persona sin limitaciones por motivar a los demás y cumplir mis metas”, concluye Carolina.
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