Nos puede gustar o no fumar cigarrillo, queda a consideración de cada uno y a libertad de elección. Sin embargo, sus efectos en varios aspectos son sumamente negativos para nuestro cuerpo y la piel no se escapa de ellos. Por lo mismo, la Directora Médica de Central Klinic, Dra. Alejandra Ríos, nos cuenta en detalle exactamente de qué manera el cigarrillo va afectando nuestra piel, a corto y largo plazo y siendo fumador activo o pasivo.
Efectos a corto y largo plazo
Lo primero que debes saber, es que, si eres fumador pasivo, los efectos son un 50% menores a los de un fumador activo, pero lamentablemente el humo que se desprende del cigarrillo afecta igual y, por ende, mientras más personas fumando tengas cerca, más te afectará. Ahora bien, si eres fumador activo los efectos sí son mayores y se pueden notar tanto a corto como a largo plazo.
“A corto plazo, el consumo de cigarrillo produce deshidratación de la piel y formación de comedones. A largo plazo, a partir de 1 año de consumo activo, el cigarrillo acelera el envejecimiento con formación de arrugas y aceleración de flacidez. También altera la cicatrización de la piel. Esto se correlaciona de manera directa con la cantidad y duración del hábito de fumar”, explica la Dra. Ríos.
Si el hábito de fumar es constante y de aproximadamente unos 10 años, ya podemos hablar de un daño irreversible en la piel y de un riesgo mucho mayor de cáncer de piel, ya sea carcinoma, espinocelular o basocelular, siendo este el efecto directo más nocivo.
Zonas más afectadas
Estudios indican que los grandes fumadores (a partir de 10 cigarrillos diarios) tienen 47 veces más posibilidades de tener arrugas faciales que los no fumadores, esto independiente de la exposición solar de cada uno.
Ahora bien, aquellas zonas que de por sí están más propensas a la foto exposición sí desarrollan un efecto conjunto negativo con el cigarrillo y en ese sentido, es la piel de la cara, cuello, escote y extremidades la que suele verse más afectada. También se ve afectada de manera directa la zona de la boca por dentro, es decir, la mucosa gingival, lengua y paladar.
Además de arrugas, el cigarrillo favorece la aparición de ronchas y granos: “Hay varias enfermedades de la piel con ronchas y granos que se ven afectadas por el cigarrillo, como es el caso de la dermatitis de contacto, el lupus sistémico y la pustulosis palmoplantar”, sostiene la especialista.
En cuanto a la disminución de los efectos, la especialista es clara en que, si no se deja este hábito, los efectos son acumulativos e irreversibles en el largo plazo, por lo que lo óptimo sería intentar dejarlo. Si eso no está en tus planes, entonces puedes intentar no aspirar la nicotina, que es la que tiene los efectos negativos y además tomar vitamina C, ya que en fumadores se ve claramente disminuida.
Dra. Alejandra Ríos Manzi
Directora Médica de Central Klinic