Cuidar la salud mental es un acto de amor propio y fortaleza, por lo que adoptar ciertos hábitos puede ser el primer paso hacia una vida emocionalmente equilibrada y plena.

 La salud mental es un pilar fundamental en nuestra vida diaria, ya que influye en nuestra capacidad para enfrentar desafíos, tomar decisiones y mantener relaciones interpersonales saludables, por tanto,  es la base  sobre la cual construimos nuestra bienestar emocional y psicológico.  Por ello, cuando cuidamos de nuestra salud mental, estamos invirtiendo en nuestra calidad de vida y en nuestra capacidad para enfrentar los altibajos que la vida nos presenta, permitiéndonos  adaptarnos y crecer en un mundo que a menudo puede ser demandante y complejo.

Jorge Fuentes, psicólogo y Director de Pranavida, señala que cuidar nuestra salud mental es una responsabilidad que debemos asumir con seriedad, ya que implica reconocer que merecemos sentirnos bien, en equilibrio y en paz con nosotros mismos. “Al hacernos cargo de nuestro bienestar mental, estamos tomando el timón de nuestras vidas y no dejando que las circunstancias externas nos definan por completo. Esto implica aprender a identificar nuestras necesidades emocionales y actuar en consecuencia, ya sea a través de prácticas de autocuidado, buscar apoyo profesional o establecer límites saludables en nuestras relaciones”, plantea el profesional.

En este sentido, fomentar la importancia del cuidado de la salud mental no solo es beneficioso a nivel individual, sino que también contribuye a la construcción de comunidades más fuertes y empáticas. 

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, es crucial recordar que cuidar nuestra salud mental es tan importante como cuidar nuestra salud física, por este motivo y para dar herramientas que puedan ayudar al autocuidado,  Fuentes entrega siete consejos para ayudarte a mantener un equilibrio emocional y fortalecer tu bienestar.

Practica la autocompasión: “Aprende a tratarte a ti mismo con amabilidad y comprensión, especialmente en momentos difíciles. Reconoce tus logros y no te castigues por los errores. La práctica de autocompasión fomenta la resiliencia emocional”.

Mantén una rutina equilibrada: “Es importante establecer horarios regulares para tus actividades diarias, incluyendo tiempo para el trabajo, descanso, ejercicio y tiempo libre. Una rutina equilibrada proporciona estructura y estabilidad emocional”.

Fomenta las relaciones sociales: “Cultiva conexiones significativas con amigos y familiares. Darse tiempo para hablar y compartir experiencias puede brindar apoyo emocional y ayudar a aliviar el estrés. No temas pedir ayuda cuando la necesites”.

Practica la atención plena y la meditación: “Dedica tiempo cada día para estar presente en el momento. La atención plena y la meditación pueden ayudar a reducir la ansiedad, mejorar la concentración y promover la calma interior”.

Aliméntate bien y mantén una actividad física regular: “Si bien muchos pueden creer que lo que comemos sólo tienen un impacto físico, lo cierto es que una dieta equilibrada y ejercicio regular son fundamentales para mantener un estado de ánimo positivo y una mente sana. Presta atención a tu alimentación y encuentra actividades físicas que disfrutes”.

Establece límites y prioridades: “Aprende a decir “no” cuando es necesario y establece límites para proteger tu tiempo y energía. Prioriza tus responsabilidades y tómate el tiempo para hacer lo que te hace sentir bien”.

Busca apoyo profesional si es necesario: “No dudes en buscar ayuda de profesionales de la salud mental si te sientes abrumado o experimentas dificultades emocionales. Hablar con un terapeuta puede ser un paso valioso hacia la recuperación y el crecimiento personal”.