En estos meses de otoño-invierno aumenta la probabilidad de contraer resfríos, aunque existen medidas para apoyar al sistema inmunológico y combatir las infecciones. Afortunadamente nuestro cuerpo está construido con un sistema de defensa, pero puede verse abrumado si no le entregamos los nutrientes que necesita para funcionar al máximo.
En ese contexto, Fitbit entrega 5 pasos para reforzarlo y asegurarnos de estar saludables más allá de las inclemencias del clima.
1. Consuma una dieta rica en nutrientes
Una muy buena opción para la salud es un plan rico en alimentos integrales, que incluya verduras y frutas junto con granos, nueces, semillas y leguminosas.
“Esos alimentos son parte de una dieta mediterránea que aporta al sistema inmunológico y reduce el riesgo de enfermedades. Los antioxidantes que tiene protegen las células del daño y proporcionan nutrientes para respaldar los componentes necesarios del sistema”, comenta Lisa Andrews, maestra en nutrición y propietaria de Sound Bites Nutrition.
Aunque los nutrientes juegan un papel muy importante, también es clave la ingesta de vitamina D, ya que ésta se reduce si hay una menor exposición solar. “Cuando los niveles de vitamina D son bajos, esto puede afectar negativamente al sistema inmunológico. Por ello, es importante consumirla junto a carbohidratos para que pueda ser absorbida”, explica Sharon Puello, dietista certificada y especialista en diabetes.
La vitamina C y el zinc también son esenciales para el apoyo inmunológico general. “La deficiencia de zinc podría provocar una disfunción inmunológica al afectar el desarrollo de células T y células B dominantes, que protegen al cuerpo de las enfermedades. La vitamina C, en tanto, actúa como un poderoso antioxidante, ayudando a reducir el estrés oxidativo en el cuerpo y promover la curación”, indica Lisa Andrews.
La vitamina C es posible encontrarla en vegetales verdes, frutas cítricas y productos amarillos y anaranjados, mientras que los granos integrales, nueces y semillas son un buen aporte de zinc para el cuerpo.
2. Apoye su salud intestinal
Hasta el 70% del sistema inmunológico se encuentra en el intestino, por lo que apoyar la salud intestinal ayuda a que este sistema funcione mejor. “Asegúrate de alimentar a las bacterias que benefician el intestino, con una dieta variada y rica en fibra. Esto incluye comer legumbres, granos integrales, nueces y semillas, junto con alimentos fermentados”, agrega Andrews.
Los alimentos ricos en selenio también benefician la salud intestinal. Este nutriente, que se encuentra en proteínas animales como el pescado, la carne de cerdo, la carne de vacuno y el pavo, puede ayudar a promover niveles favorables de microbios en el intestino.
3. Use condimentos beneficiosos
Es importante considerar lo que le da sabor a la comida cuando se trata de apoyar al sistema inmunológico. “Hay muchos nutrientes que se encuentran naturalmente en las plantas y pueden ayudar a reforzar el sistema inmunológico, incluidos el orégano y el clavo de olor, que tienen propiedades antivirales y antifúngicas naturales”, afirma Puello.
Intente rociar condimentos en todo, desde salsas hasta aderezos e incluso tortillas. También se pueden agregar a platos salados como guisos y curry. “El orégano y el clavo de olor pueden incluso consumirse en tés, ya sean caseros o comprados en la tienda”, señala Puello.
4. Limite el consumo excesivo de alcohol
El consumo excesivo de alcohol puede tener un impacto negativo en la salud en general. “Beber alcohol compromete el sistema inmunológico, tanto por sí solo como al desplazar otros alimentos más ricos en nutrientes”, dice Anya Rosen, maestra en ciencias de la nutrición y dietas.
Por ello, ideal es limitar su consumo y tomar mucha agua antes y después de beber cualquier tipo de alcohol para ayudar a evitar la deshidratación.
5. Asegúrese de satisfacer tus necesidades energéticas
“Es importante consumir suficientes calorías totales de proteínas, grasas y carbohidratos, ya que comer poco puede debilitar el sistema inmunológico”, puntualiza Rosen.
Si se quiere reducir la ingesta total de calorías hay que hacerlo moderadamente, con una reducción de no más de 250 a 500 calorías por día, sin bajar los nutrientes y la energía. La clave es estar en sintonía con las señales de hambre y saciedad del cuerpo.
En este punto, Fitbit cuenta con una sistema de monitoreo para registrar todo tipo de alimentos. Así, con la aplicación de Fitbit se puede iniciar un plan alimentario, registrando y monitorizando el progreso, a fin de alcanzar y mantener un objetivo de peso. Al registrar las comidas diarias, es posible concretar un seguimiento basado en lo que se ingiere y en las calorías que se queman.
Los planes alimentarios de Fitbit incluyen también una estimación una comparativa en tiempo real de las calorías consumidas en una dieta, a diferencia de las quemadas con la actividad realizada. Además, entrega comentarios respecto a si la persona está por debajo, dentro o por encima de los límites de las recomendaciones del plan.
En ese sentido, es importante registrar los alimentos y la actividad diaria para que las estimaciones y recomendaciones se actualicen y se ajusten a lo que el cuerpo necesita.
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