Voluntariado en Coanil: La experiencia exitosa que invita a otros a unirse en este proyecto

Voluntariado en Coanil: La experiencia exitosa que invita a otros a unirse en este proyecto
  • A través del trabajo voluntario, Fundación Coanil busca crear alianzas con personas, organizaciones y empresas para mejorar la calidad de vida y favorecer la inclusión de los niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual. Quienes toman este desafío, luego no quieren abandonarlo jamás, y cómo el cariño recibido a cambio, inspira a que muchos quieran ayudar.

Desde Arica a Chiloé, Coanil promueve la inclusión de las personas con discapacidad intelectual, entregando el apoyo necesario que contribuya a mejorar su calidad de vida. Junto a diferentes programas de inserción y desarrollo, el voluntariado es una de las áreas que la Fundación busca potenciar para que las personas que se interesen a colaborar con su trabajo, aprendan a mirar la discapacidad con otros ojos, teniendo siempre presente que las personas con discapacidad intelectual son personas que siempre pueden progresar.

Coanil cuenta con un activo voluntariado que busca contribuir en el desarrollo de las personas acogidas y educadas por la Fundación, a través de proyectos que pueden ser ejecutados y financiados por personas naturales o empresas que decidan realizar voluntariados corporativos junto a sus trabajadores.

Álvaro Chacón, gerente general de Coanil, cuentan que existen tres modalidades de voluntariado y que han sido exitosos durante los últimos años. Estos tres tipos, están enfocados a las empresas que quieran participar, a los colegios u otro tipo de comunidades, que quieran ser parte de este proceso y a los particulares que también nos quieran apoyar.

“Hemos creado una modalidad, que es el voluntariado corporativo, pensado para que las empresas puedan participar y colaborar con nosotros y así cumplir también ellos con sus desafíos de responsabilidad social, desafíos que también permitirán el descubrimiento de nuevos liderazgos y el fortalecimiento del equipo de trabajo.”, explica Álvaro Chacón, Gerente General de Coanil, quien además invita a las empresas a ser parte de esta iniciativa.

Chacón explica que la Fundación cuenta con tres programas de voluntariado para desarrollar, en las que pueden participar los grupos mencionados:

•Tiempo Libre: Apoyar en la coordinación, ejecución y/o implementación de actividades recreativas de libre elección, que responden a los propios intereses de las Personas con Discapacidad Intelectual.
•Participación Comunitaria: Busca fomentar la inclusión de los niños, jóvenes y adultos, en distintas actividades que tienen su desarrollo dentro de la comunidad, para convertirse en ciudadanos que participen en la vida de barrio.
•Apoyo Educativo: Quienes elijan este programa, pueden formar parte de todas las actividades educativas que desarrolla una Escuela especial.

Además, para el voluntariado corporativo existe la posibilidad de ser parte de proyectos en los distintos hogares de Coanil, tales como remodelaciones, construcciones de talleres, salas y oficinas, entre otras, todas mejoras necesarias para mejorar la calidad de vida de las personas que acoge la Fundación.

Las experiencias en esta área han sido diversas, y dentro de las destacadas, están las actividades que se realizan con colegios, donde los alumnos viven una semana en un hogar de Coanil, y participan de las actividades de los niños y jóvenes de la fundación, siendo parte de su vida durante unos días.

Cruz Blanca y sus 22 años de voluntariado

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Para mostrar el gran trabajo que se puede realizar como voluntario de Coanil, Álvaro Chacón destaca la participación de varias empresas, pero quiso mostrar el caso de Cruz Blanca, donde durante años existe un comité de voluntariado, dedicado a apoyar a la Fundación, un ejemplo que cree, podrían seguir otras empresas.

El gerente general de Cruz Blanca, junto a gran parte del comité de voluntariado, nos recibió para contarnos como ha sido esta experiencia, que comenzó en el año 1993, cuando tras el recordado aluvión que afectó al sector oriente del a ciudad, decidieron buscar una forma de ayudar a los más necesitados.

“Fue así como llegamos al hogar Las Camelias, hace 22 años, cuando fundamos nuestro voluntariado, que si bien es independiente de la empresa, recibimos todo el apoyo de Cruz Blanca para poder realizarlo. Aunque casi siempre trabajamos en el voluntariado los fines de semana, igualmente hemos ocupado las instalaciones de la empresa, ellos hacen también su aporte, creando campañas uno más uno. No es una obligación para ningún trabajador, nosotros tenemos nuestro comité y el que quiere se suma a él o participa de las actividades para recolectar dinero, que hemos hecho en varias oportunidades”.

Dicen que eligieron Coanil, porque después del aluvión, el lugar donde está ubicado el hogar Las Camelias estaba muy complicado y éste estaba a punto de dejar de existir por falta de recursos y hoy cuanta con una gran infraestructura y las mejoras son impresionantes.

“Todo lo hemos hecho con aportes de los trabajadores. Participamos con la familia, con los hijos, acompañamos a las niñas del hogar, sobre todo en las fechas importantes como en Semana Santa, Fiestas Patrias, Día del Niño. Reunimos plata, juntamos cosas, les llevamos regalitos y estamos toda la mañana con ellas. Hemos hecho kinesiología gratis para ellas, atención dental, siempre con aportes de los trabajadores y de la empresa”.

Muchos están desde el inicio en el comité y otros se han ido incorporando. Algunos incluso, siendo ya retirados de su profesión y sin trabajar en la empresa, siguen ligados a este grupo humano, sólo por el interés de ayudar.

“Logramos hacer una planta de tratamiento, toda la lavandería, un patio techado, se han cambiado lavadoras. Cuando nosotros comenzamos almorzaban por turno porque no cambian todas las niñas en el comedor y lo ampliamos, para que todas pudieran comer todas juntas. Hacemos las visitas y siempre van surgiendo necesidades y por eso seguimos durante estos 22 años y queremos acompañarlos siempre”.

Lo más gratificante para ellos, es que no sólo los niños ganan con esta ayuda y con este acompañamiento, ya que ellos como personas, reciben todo el cariño de las niñas y jóvenes del hogar Las Camelias, quienes los esperan en cada visita y los recuerdan siempre con cariño.

“Nos esperan y si no vamos nos retan. Yo veo hoy cuál es la motivación y al menos la mía, es devolver el granito de la suerte que uno tiene en la vida y hay tanta gente que tiene necesidades que uno está en una burbuja y es una forma de devolver”.

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