Tratamientos por internet: En qué fijarse a la hora de comprar

Tratamientos por internet: En qué fijarse a la hora de comprar

Llega el buen tiempo y con ello la clara invitación de dejar lo más “grueso” en el clóset y usar ropa más liviana… Para algunos son días de más energía, de renovar los colores, de hacer cosas distintas y, también, de hacerse una revisión a fondo frente al espejo. Y en ese punto es donde se puede presentar un problema, pues muchas no están en forma.

Puede haber unos kilos de más, flacidez no agradable, incómoda grasa acumulada o “curvas” que no terminan de convencer. Uno de los peligros que se presentan en esos instantes es recurrir a tratamientos y/o terapias que no son los más adecuados ni seguros para una correcta recuperación de la figura: Como, por ejemplo, muchas de las ofertas que existen por internet.

Lo cierto es que los tratamientos para reducir, bajar, cambiar o mejorar el cuerpo, ofrecidos por esa plataforma son muy variados, masivos, bien atractivos en términos económicos, se multiplican cada día y mucha gente compra.

En ese escenario, hay varias interrogantes que surgen: ¿Qué peligros o riesgos pueden presentar esos tratamientos?, ¿a qué se expone la gente que compra?, ¿en qué debería fijarse alguien que va a comprar un tratamiento por internet, a veces con un descuento exagerado?

Lo que se persigue es que los usuarios de este tipo de tratamientos en oferta, aprendan a distinguir, a reconocer, a saber qué preguntar y qué exigir.

Recomendaciones para quienes quieren comprar tratamientos por Internet:

1.-La persona debe conocer cuál es su problema. Debe identificarlo y saber para qué quiere hacerse un tratamiento.

2.- Si lo buscado es bajar de peso, hay que saber que sí o sí debe cambiar sus hábitos alimenticios y hacer algo de ejercicio. No existe otra alternativa. Si no hace ese cambio, el tratamiento puede resultar satisfactorio por un tiempo (breve), pero inevitablemente volverá a subir de peso.

3.- De acuerdo a su necesidad buscar la alternativa más correcta y apropiada, para ello hay que investigar. Lo que nunca hay que hacer es comprar algo porque es barato, pues probablemente no sirva, la deje igual o incluso deforme.

4.- Una vez identificado el problema, la zona donde está y el tratamiento que sirve, averiguar donde lo realizan, quienes son, que prestigio tienen y qué seguridad ofrecen. Deben ser profesionales.

5.- En la evaluación el paciente debe plantear las dudas que tenga, las que deben ser resueltas por los profesionales a cargo.

Riesgos que podría correr quien compra tratamientos por internet

1.- Un posible engaño: Es bueno plantearse la pregunta: ¿Qué seguridad ofrece un tratamiento que cuesta 360 mil pesos, y que se ofrece –por ejemplo- en $65 mil? Es de sentido común preguntarse: Qué calidad de equipos se usa, qué calidad de insumos me van a aplicar, qué calidad de operadores tienen y qué resultados se obtienen si lo ofrecen con ese TREMENDO descuento.

2.- Una evaluación mal hecha o inexistente. Lo de rigor es que se le mida y se pese, pero al paciente deben preguntarle por enfermedades, alergias, medicamentos que usa, en fin.

3.- Si el equipo (la máquina) no es manejado por profesionales de la salud debidamente capacitados, pueden producirse quemaduras, hematomas, eventos alérgicos y tal vez queden asimetrías corporales irreversibles, en fin.

4.- Que la persona que le realice el tratamiento no sea un profesional certificado.  Idealmente debe ser un kinesiólogo, ya que conoce la anatomía y las consecuencias de los tratamientos.

5.- Frustración emocional: Ningún tratamiento es mágico, por ello es que hay que tener cuidado con las promesas que se hacen junto a la oferta. Si la persona no cambia sus hábitos alimenticios y de ejercicios, todo tendrá rápido efecto rebote. Nada es magia.

6.- Los pack de sesiones: Como todos los pacientes son distintos, en la medicina estética no hay homogeneidad en los casos. Muchas veces, las diez sesiones son muchas, otras –tal vez- no sean suficientes. A veces la gente abandona el tratamiento a la mitad al no ver los resultados esperados, y ya pagó todo.

7.- Perder tiempo y dinero, por todo lo antes mencionado.

Ahora bien, según la experiencia de Claudia Chirino, Kinesióloga y directora de Kinesiología Estética, los tratamientos más pedidos en esta época del año son: Para rebajar el volumen del abdomen; Para eliminar la Celulitis y Estrías; Levantamiento de glúteos; y Rejuvenecimiento facial, previo diagnóstico a través de la tecnología llamada “Espejo Mágico”, que entrega un completo informe acerca de la piel de todo el rostro del paciente.

Foto vía: socialmediopatas.com

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