Ya sea como un complemento a la medicina convencional o de manera independiente, las distintas técnicas no tradicionales también pueden ayudar a combatir enfermedades y aportar calma.
Dejar el uso de medicamentos y optar por alternativas naturales es el objetivo de muchos padres, quienes se han inclinado porque sus hijos se atiendan con algunas de las variadas opciones que existen en el área de las terapias alternativas.
Hiperactividad, dolencias, malestares, problemas de concentración y comportamiento son parte de las causas que motivan a buscar ayuda en espacios no tradicionales.
Según explica la doctora Irene Peña, médico general y especialista en acupuntura, al ver que los remedios de las farmacias no dan los resultados esperados, o que en muchas ocasiones traen consigo efectos secundarios que no son los deseados, los padres se inclinan por intentar con otras áreas.
“Los tratamiento alternativos pueden ser usados, tanto como una opción complementaria para los tratamientos médicos convencionales, o por sí solos, ya que con ellos se obtienen muy buenos rendimientos que logran mejorar la calidad de vida de los niños”, agregó la profesional. A su juicio, son los resultados los que respaldan estas técnicas, logrando mediante ellas un mejor comportamiento, buenas notas, más atención en clases y noches sin insomnio. Todo de manera natural: uno de los principales puntos a favor.
La edad desde la que pueden comenzar con estas actividades dependerá de cada especialidad, sin embargo ya sea desde el útero o en la esterilla vecina, también existe la opción de realizarlo junto a los padres, quienes generalmente llegan por recomendaciones de otras personas que han experimentado mejoras mediante estas técnicas.
SIN AGUJAS
Peña explicó que uno de los temores más comunes en los niños está en el uso de elementos desconocidos o que pudieran causarles algún tipo de dolor.
Es por esto que para la tradicional acupuntura, que sería altamente beneficiosa, ha dejado las agujas de lado, sustituyéndolas por un moderno láser.
“A los niños les da miedo que los pinchen, se ponen inquietos y no toleran bien el dolor. Entonces lo que hago es trabajar con láser, con el que se estimula por un minuto los mismos puntos punto que se trabajan con la acupuntura, lo que lo hace ser más lento, pero en este caso no duele en absoluto”, detalló.
Otra de las alternativas es la biorresonancia magnética, terapia alemana basada en las ondas de resonancia electromagnéticas de los mismos pacientes.
“Esta técnica tiene muy buenos resultados con el asma, problemas respiratorios, gástricos y alergias, ya que apunta al origen del problema. En cuanto a las alergias, éstas son, en gran porcentaje, por elementos comunes, como leche de vaca o harina de trigo. Lo que hago es recetar un régimen alimenticio. Una vez que están “limpios”, aplico la tecnología de biorresonancia y pongo al paciente en contacto con el producto que les causa problemas. Con esto se pue de mejorar”, explicó la doctora, quien atiende en la Sociedad de Salud Integral, ubicado en Angol 436 oficina 505.
Según agregó, esta técnica es muy usada con los niños, “ellos pueden venir desde los cinco meses de edad. Así es posible ayudarlos desde que son bien pequeños para ir solucionando sus problemas”.
ENFOCANDO ENERGÍAS
“Limpiar” a los niños de todas las impurezas que puedan tener es una de las formas en que pueden mejorar su salud y conseguir mayor bienestar.
Así lo explicó la especialista en Reiki, Patricia Cifuentes, quien sostuvo que esta técnica logra generar cambios notorios en los menores, especialmente en casos en que hay problemas de sueño y temores que los mantienen inquietos.
“Después del terremoto hubo un aumento en los problemas de los niños, no estaban tranquilos. Atendí a una gran cantidad a quienes sus papás traían porque tenían pesadillas, estaban asustados, dormían mal o no querían dormir solos, o bien, tenían mucha actividad y les costaba hacer caso y concentrarse”, recordó.
El Reiki es un tratamiento que se realiza a través de la energía, que se realiza poniendo las manos en ciertos puntos, que corresponden a las chakras, y que, tal como apuntó Cifuentes, es ideal para los niños.
“Por lo general llegan un poco temerosos, pero les termina gustando mucho. Durante la sesión ellos se acuestan en una camilla, en un ambiente muy preparado, con música tranquila y aromas agradables. Se relajan totalmente y la mayoría se duerme, por eso cuando terminan quieren seguir viniendo”, detalló.
Son cuatro sesiones seguidas, realizadas todos los días, las que aseguran cambios notorios. Posteriormente se realiza una evaluación para determinar si es necesario continuar.
Después de es recomendable repetir una sesión una vez al mes o cada dos meses, de acuerdo a la recomendación para cada caso.
“He hecho Reiki a niños desde 5 años y nunca hay problemas con ellos. Cuando son chicos no saben bien a qué van, así que están siempre expectantes, mientras que cuando son más grandes se les puede explicar y ya hacen caso a las indicaciones”, planteó la experta, a quien se puede contactar al número 98350946.
LIMPIEZA DESDE ADENTRO
Otra de las opciones la sanación pránica, que consiste en una limpieza profunda con la energía. El prana es la energía vital, proveniente del sol, la tierra y el aire.
Según explicó la sonadora Begoña Flores, es ésta última con la que se realiza esta técnica, mediante los centros de energía del cuerpo, limpiando tanto alas energías como el aura.
“Una vez que está limpio, se aplica prana y de esta manera se logra que estas estructuras, que ya están limpias y fuertes, puedan mantener una autosanación, lo que representa el principal objetivo que se busca alcanzar”, explicó.
Una de las líneas de este tipo de sanación es la psicoterapia pránica, donde se realiza un “corte” de los lazos o cordones negativos, lo que puede ser incluso utilizado para tratar enfermedades físicas, como la artritis, debido a que se apunta al problema emocional que está detrás de la patología.
La especialista señaló que este tratamiento en los niños funciona más rápido, debido a que ellos no ponen filtros mentales y responden a lo que se les está haciendo, y como se trabaja con energías, la sanación puede incluso ser intrauterina.
“La última guagua con la que trabajé tenía seis meses, no quería comer, no quería que le cambiaran ropa, tenía emociones de rabia. Fueron dos sesiones las que se necesitaron para que mejorara, él estuvo en todo tiempo tranquilo, me miraba, ponía atención, y logró un cambio de conducta. Hay otros bebés que sufren insomnio y en esos casos hay que poner a equilibrar sus chakras”, contó la experta.
CALMA MENTAL
Lograr estados de relajación es uno de los principales beneficios del yoga para niños, donde se van mezclando ejercicios físicos y mentales, disminuyendo el estrés, canalizando la concentración y mejorando la flexibilidad y la destreza.
Así lo afirmó Begoña, quien explicó que como esta modalidad está enfocada en los pequeños se generan algunos cambios para adaptarla sus características etarias.
“El yoga para niños tiene una dinámica especial, es muy lindo, se trabaja con historias, entonces las posturas se hacen con cuentos. Esto hace que esta técnica tenga energías muy distintas, incluso con diferencias en las maneras en que se realiza, ya que son más dinámicas. Los adultos pueden mantenerse varios minutos en las mismas posturas, pero en el caso de los niños, éstas van cambiando más rápido, por lo que es más entretenido para ellos”, detalló.
Lo que se busca mediante esta terapia es lograr calma mental y fomentar estados de relajación, lo que permite que puedan enfocarse mejor en los estudios, en el colegio y canalizar adecuadamente la agresividad.
Además, otro de los aportes para los niños es que aprenden a manejar la respiración, lo que les ayuda a aquietar la mente y entrar en estados de serenidad Una de los opciones más comunes es que los papás que toman clases de yoga vayan con sus hijos, lo que permite conseguir beneficios para ambos, estrechar sus lazos, generar cercanía e ir trabajando juntos para mejorar.
Fuente: Diario El Sur
