Talleres grupales ayudan a retomar la normalidad tras un cáncer de mamas

Talleres grupales ayudan a retomar la normalidad tras un cáncer de mamas

La detección precoz del cáncer de mamas permite lograr tasas de éxito cercanas al 100% cuando es tratado tempranamente.
Los talleres grupales surgen como una alternativa concreta para que las sobrevivientes aborden los retos físicos y emocionales que deben afrontar a la hora de retomar sus actividades cotidianas.

En las últimas décadas, diagnósticos más precoces y avances terapéuticos han permitido lograr esperanzadoras cifras de sobrevivencia al cáncer de mamas. De hecho, cifras de la American Cancer Society indican que la tasa relativa de supervivencia a 5 años para las mujeres con cáncer de seno en etapa 0 (precancer) o etapa I es casi 100% y alrededor del 93% en etapa II.

No obstante, las sobrevivientes del cáncer de mamas enfrentan una serie de desafíos cuando retoman sus actividades habituales. “Por una parte, puede haber secuelas físicas que complejizan el proceso de retorno a la rutina que tenían antes del tratamiento y por otra, hay aspectos emocionales que es necesario trabajar una vez que el cáncer se ha superado’’, indica el Dr. Christian Weiss, psiquiatra y jefe de la Unidad de Psicooncología de la Red de Salud UC CHRISTUS.

Con el fin de trabajar estos desafíos a la hora de retomar la rutina, este año se lanzaron los talleres para sobrevivientes del cáncer de mamas en la Red de Salud UC CHRISTUS que están dirigidos a mujeres en etapa de seguimiento, es decir, libres de enfermedad o usando hormonoterapia. El Dr. Weiss explica que “durante la enfermedad y el tratamiento las pacientes están bien apoyadas por las familias, por los equipos médicos que las atienden, pero al terminar el proceso, muchas se sienten abandonadas o con dudas respecto de cómo retomar su vida. En estos talleres trabajamos sobre las principales problemáticas que vienen después de superar el cáncer a través de la conversación en grupo de mujeres que han vivido experiencias similares. Surgen muchas cosas bajo esta
complicidad que se genera’’.

Muchas de las preocupaciones de las sobrevivientes se relacionan a la vuelta a las ocupaciones habituales. El Dr. Weiss agrega que “la mayoría de los pacientes mantiene su productividad y están físicamente aptos para volver a trabajar, pero surgen dudas como qué respondo cuando me pregunten o cómo abordo las consecuencias o limitaciones que dejó la enfermedad, qué pasa si me vuelvo a enfermar y también ocurre que algunas prioridades han cambiado’’. Otros temas relevantes se basan en dudas de cómo retomar la vida sexual, problemas de autoestima cuando no se ha podido realizar cirugía reconstructiva, entre otros.

Los Talleres para Sobrevivientes del Cáncer de la Red de Salud UC CHRISTUS consideran ocho sesiones, en las que se tratan temas específicos (ansiedad, depresión, autoestima, autoimagen, sexualidad, relaciones interpersonales y ocupación) y están cubiertos por el GES Cáncer de Mama.

Recomendaciones generales para manejar información en el trabajo:

El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos generó un texto que sistematiza recomendaciones para personas que han sobrevivido al cáncer. Dentro de las orientaciones dedicadas a temas laborales están:

• Acepte ayuda: hable con los demás.
• Aborde los problemas que surgen desde el principio.
• Trate de mantener los contactos durante su recuperación.
• Los compañeros de trabajo se van a preocupar por usted. Pero si les mantiene informados acerca de su progreso, van a estar menos ansiosos y asustados.
• Hable con ellos por teléfono, envíe correos electrónicos, o designe a un amigo o familiar de confianza para que lo haga por usted. Su regreso al trabajo o a otras actividades será más sencillo para usted y para los demás si se mantiene en contacto.
• Piense lo que va a decir acerca de su cáncer. No existe una forma correcta de tratar con los demás en lo que respecta a su enfermedad, pero necesita pensar lo que dirá cuando regrese al trabajo.
• El mejor enfoque es el que a usted le parezca indicado.
• Pida a su empleador que se adapte a sus necesidades (por ejemplo, horario flexible, trabajar en casa, equipo especial en el trabajo).
• Documente cada una de las solicitudes para que tenga un registro sobre los requerimientos realizados y las respuestas recibidas.
• Pida a su médico o enfermera que encuentre horarios para las consultas médicas de seguimiento que no estén en conflicto con sus otras responsabilidades.
• Haga que su médico escriba una carta a su empleador o a la oficina de personal que explique cómo, de ser así, su cáncer puede afectar su trabajo o su horario.

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