Pase las tardes de calor en Bistró Alfredo, el restaurante de Finca Apalta

Pase las tardes de calor en Bistró Alfredo, el restaurante de Finca Apalta

Los encantos de la zona de Colchagua se dan a conocer por sí solos, principalmente en la zona de Apalta, y es en ese preciso lugar donde La Finca de Apalta destaca por sus impresionantes vistas, naturaleza y entorno privilegiado del valle, siendo uno de los atractivos que seduce a miles de turistas a visitar Viña Montes durante todo el año.

Y es que toda la Finca de Apalta y bodega construida en el año 2004 tiene su encanto, fueron pioneros en incorporar los principios del Feng Shui en su bodega, lo que otorga a toda su construcción una atmósfera mística y apacible, bajo la mirada protectora de los ángeles que caracterizan a Montes desde su origen. Cabe destacar que los ángeles son un gran mérito de Douglas Murray, (socio fundador) quien denominado “Guardián del Espíritu” fue el  mentor que incorporó a los ángeles en la etiqueta de los vinos como parte de su filosofía y creencia.

Y en este ambiente, los visitantes -desde que ingresan a la bodega-  deben cruzar un puente sobre una laguna artificial que fluye hacia el interior del edificio, revelando la fuerte influencia del Feng Shui en su construcción y que sigue manifestándose al recorrer el interior del edificio, lo mismo ocurre con las figuras de los ángeles.

Esta sala con forma de anfiteatro, es el momento más sobrecogedor de todo el recorrido, donde se puede percibir de inmediato tranquilidad y solemnidad,  un momento mágico que continúa con la visita al iluminado salón de degustaciones con vista panorámica a las laderas donde crecen las vides que dan origen a los mejores vinos, incluyendo Folly, el ícono 100% Syrah.

Otro de los lugares para disfrutar en La Finca de Apalta es el Sendero Botánico, que recorre una reserva protegida de especies nativas que la viña ha preservado con más de 100 especies propias de la zona, ideal para los amantes del ecoturismo, el trekking y la vida al aire libre.

Y acercándose el minuto de comer, no hay nada mejor que el Bistró Alfredo, cuyo nombre hace memoria a don Alfredo Vidaurre, socio fundador de la viña. La idea de este lugar, que rodea las laderas, es que los visitantes puedan relajarse mientras aprecian la belleza del lugar disfrutando una copa de vino Montes. Lo que con el tiempo y debido a la alta demanda de turistas y aficionados del vino, generó la necesidad de convertir este espacio en una verdadera experiencia gourmet.

Hoy, Bistró Alfredo mantiene su increíble vista panorámica y sus paredes de piedra, ambientado con toques retro, donde destacan las butacas de cuero, que le otorgan calidez y comodidad. En la terraza exterior, destacan las mesas de fierro forjado donde en primavera y verano los visitantes pueden disfrutar del sol y la maravillosa vista hacia los cerros de Apalta.

Gracias a la asesoría del chef magallánico Jorge Luksic, la carta adquirió una nueva personalidad, acorde con sus vinos, donde su especialidad son principalmente los jamones y el cordero, lo que convierte a Bistró Alfredo en un atractivo más dentro de la Ruta del Vino.

Y es que Viña Montes ha desarrollado un interesante programa para encantar a los amantes del vino chileno. Entre las actividades se encuentran recorridos por la bodega, paseos por los viñedos,  degustaciones y mucho más. Todo esto en un ambiente ameno que permite percibir la magia y energía presentes en toda la viña.

 

 

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