Francisca Alcayaga: “Todas las mujeres en edad fértil pueden preservar las células madres de su flujo menstrual”

Francisca Alcayaga: “Todas las mujeres en edad fértil pueden preservar las células madres de su flujo menstrual”

La investigadora de Cells for Cells -junto a su equipo de trabajo-, descubrió las propiedades de las células madre del flujo menstrual, las que tendrían grandes atributos para el tratamiento de enfermedades infecciosas como la sepsis, la regeneración de heridas y la promoción de la regeneración vascular, entre otras. A ello se une el que su extracción no presenta dilemas éticos, al ser más económica, rápida y no invasiva.

Por Rebeca Ubilla M.

Desde hace algún tiempo que venimos escuchando acerca de las propiedades de las células madre y de los beneficios de preservarlas. ¿La principal razón? En ellas podría estar la cura para varias enfermedades catastróficas, aunque la experiencia científica ya ha mostrado que no son el remedio mágico para todo. Generalmente, se habla del cordón umbilical, como la fuente más común de donde extraerlas. Sin embargo, hoy la investigadora de Cells for Cells, Francisca Araya -médico veterinario de la Universidad Mayor y PhD por la Universidad Autónoma de Barcelona en España- ha dado un paso más allá al descubrir las propiedades de las células madres extraídas del flujo menstrual de las mujeres.

¿Cuáles son las principales propiedades que hoy se atribuyen a las células madre?

Las propiedades de las células madre dependen primeramente del tipo de célula madre y del origen o tejido del cual provienen. Existen diferentes tipos de células madre: embrionarias, adultas y las células madre pluripotente inducida (iPS).

Las células madre embrionarias y las células iPS son muy similares. Tienen la capacidad de autorenovación, es decir, pueden dividirse y producir copias de ellas mismas indefinidamente. Ambos tipos de células madre son pluripotentes, es decir, pueden ser usadas para obtener casi cualquier tipo de célula especializada o diferenciada bajo condiciones controladas en el laboratorio. Ambas nos ayudan en comprender el cómo las células especializadas se desarrollan a partir de células pluripotentes, lo cual en un futuro podría servir como una provisión ilimitada de células y tejidos de reemplazo para muchos pacientes con enfermedades que hoy en día son incurables.

¿Pero también tienen desventajas?

Desventajas que limitan actualmente su utilización en el tratamiento de enfermedades para las cuales podrían ser de utilidad, como son el potencial de generar tumores en el organismo y también, en el caso de las células madre embrionarias, el dilema ético que conlleva trabajar con células obtenidas desde embriones.

¿Qué sucede con las células madre adultas?

Las células madre adultas, aunque también tienen la propiedad de autorenovación, se consideran multipotentes, es decir, que pueden generar más de un tipo de células especializada del cuerpo, pero no todos los tipos.

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¿Quiénes pueden preservar sus células madre?

Todas las personas pueden potencialmente preservar sus células madre. El tema es qué tipo de célula madre queremos preservar y con cuál objetivo queremos hacerlo. Si hablamos de preservar células madre mesenquimales, mi opinión es que no es necesario. Esto, porque las células madre mesenquimales son invisibles al sistema inmune del receptor o paciente, lo cual permite la administración de células alogénicas, es decir células obtenidas desde un donante sano, quien es diferente al receptor. Esto permite en primer lugar rebajar los costos de la terapia celular y, en segundo lugar, escoger científicamente al tipo de célula madre que otorgará el mayor beneficio terapéutico para una enfermedad específica. Esto es de suma importancia cuando se entiende que no todas las células madre tienen el potencial de tratar todo tipo de enfermedades, ya que la evidencia científica y médica actual es tajante al decir que las células madre no son la cura mágica para todo.

En el caso de las células madre hematopoyéticas es distinto, ya que éstas no son invisibles al sistema inmune, requiriendo así una compatibilidad de ellas con el organismo del receptor. Para este tipo de terapia celular, sí es de utilidad el preservar las células madre hematopoyéticas, ya sea en bancos privados o públicos especializados para este fin.

¿Cómo llegaron a estudiar las células madres del flujo menstrual?

Una de las limitantes en la investigación y desarrollo de terapias con células madre mesenquimales es el número de células necesarias para generar un beneficio terapéutico, es decir, la cantidad de células o dosis de células necesarias para generar una recuperación en el paciente. Otra limitante, es que entre los tejidos comúnmente usados para su aislación –como lo son médula ósea y tejido adiposo- se requiere de una intervención médica invasiva para el cuerpo, como es el caso de una liposucción para el aislamiento de células madre de origen adiposo.

Observando y comprendiendo estas limitantes, nos dimos cuenta que obtener células desde el fluido menstrual nos daban múltiples ventajas respecto a las otras fuentes o tejidos de aislación de células madre. Entre ellas, te puedo nombrar que no presenta dilemas éticos y que permite una extracción económica, rápida y no invasiva, sin recurrir a hospitalizaciones o procedimientos quirúrgicos, y, por tanto, en forma indolora, libre de complicaciones y alcance de todas las mujeres en edad fértil. Además, permite la obtención mensual de las células, permitiendo así conseguir grandes cantidades de células con el mismo origen genético para el desarrollo de nuevas terapias.

¿Cuáles serían las principales propiedades de esas células madres?

Las células madre menstruales poseen propiedades comunes y diferentes a las otras fuentes de células madre (como médula ósea, tejido adiposo o cordón umbilical). Dentro de las comunes se incluyen los efectos inmunes, efectos proliferativos y de regeneración de tejidos, además de ser escasamente inmunogénicas para el receptor, motivo por el cual también se consideran una estirpe con características de “donante universal”.

Dentro de las propiedades diferenciadoras, puedo citar sus propiedades antimicrobianas, las cuales las hacen ideales candidatas para el tratamiento de enfermedades infecciosas como la sepsis, la regeneración de heridas, la promoción de la regeneración vascular y servir de ayuda a multiplicar a las células madre hematopoyéticas en el laboratorio.

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¿Quiénes podrían preservar las células madres del flujo menstrual?

Todas las mujeres en edad fértil pueden potencialmente conservar sus células madre. Sin embargo, aún no existe claridad en temas como cuál es la mejor edad para hacerlo, si existe influencia de una terapia anticonceptiva hormonal en el potencial regenerativo de estas células, si el consumo de tabaco, alcohol o drogas influye en la calidad de las células, o si la obesidad es una condición limitante para preservar las propiedades biológicas de las células madre. En nuestro laboratorio estamos trabajando para poder responder estas interrogantes de interés científico y médico.

¿Es posible encontrar nuevas propiedades en otras células madre?

Sin lugar a dudas que sí. La investigación en el campo de las células madre es relativamente nueva, donde aún existe miles de interrogantes que la comunidad científica no sabemos contestar o estamos en vías de hacerlo.

 ¿Somos los chilenos proclives a preservar nuestras células madre?

Esta pregunta no sabría contestarla ya que no estoy relacionada al tema del “banking” o conservación de células madre. Lo que sí puedo comentar es el escaso desarrollo y subvención de un banco público de células madre en nuestro país, lo cual permitiría desarrollar en mayor medida las terapias celulares alogénicas, que son reconocidas por los científicos y médicos expertos en el área como las indicadas para el tratamiento de enfermedades específicas. ¿Por qué? Porque como te comentaba anteriormente, las terapias alogénicas (en donde donante y receptor son personas distintas) son mucho más económicas que las autólogas (en donde el donante y receptor son la misma persona) y porque entrega la posibilidad de realizar previamente, al desarrollo de la terapia, una selección del tipo de célula con la mayor evidencia científica y médica para otorgar una recuperación a un paciente con una enfermedad determinada.

¿Cómo estamos en relación a otros países del mundo?

Aquí la respuesta es desalentadora. Actualmente, en nuestro país no existe ningún tipo de regulación que enmarque el uso (y desuso) de las células madre como una terapia médica basada en evidencias científicas. Este hecho ha llevado a la proliferación de centros médicos e incluso estéticos con profesionales de dudosa experiencia científica y médica, que publicitan a las células madre como el tratamiento milagroso para todo tipo de enfermedades.

Lo cual puede ser verdaderamente peligroso cuando lo que “dicen curar” son enfermedades tan graves como el cáncer, párkinson, alzhéimer o diabetes. Urge ya hace tiempo que nuestras autoridades regulen éste campo, antes de que una fatalidad ocurra.

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