El embarazo es una etapa que toda madre atesora de por vida, sin embargo, muchas veces el cuerpo sufre importantes modificaciones, más aún si se han tenido varios hijos. Entre las más comunes está la pérdida de tonicidad y elasticidad de la piel, especialmente en mamas y abdomen, esta última zona suele también acumular gran cantidad de grasa, que no siempre es fácil de eliminar.
A esto se suman las características estrías, que son las marcas que evidencian las alzas y bajas de peso y que generalmente se van acentuando a medida que pasan los años y en los embarazos posteriores.
Ante esto, nace una tendencia internacional denominada “Mommy Makeover”, que de a poco ha tomado fuerza en nuestro país y a la que recurren cada vez más mujeres. Según explica el doctor Roberto Prado, miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, “su finalidad es restaurar o devolver la normalidad al cuerpo a través de diversos procedimientos estéticos”, los que el profesional detalla a continuación:
- Abdominoplastía: remueve la piel sobrante, el exceso de grasas y las estrías del abdomen. Esta cirugía puede incluso reposicionar el ombligo, que con el embarazo puede cambiar de lugar y reparar la pared muscular.
- Liposucción: remueve esas grasas odiosas que quedan en el abdomen, los muslos y las caderas.
- Aumento de pechos: restaura el tamaño de los pechos, lo que ayuda a no tenerle miedo al escote.
- Levantamiento de pechos: ayuda a alzar los pechos caídos y restaura los pezones a su posición original.
- Rejuvenecimiento vaginal (labiaplastía): restaura el área vaginal, removiendo el exceso de tejido que puede dejar el embarazo y el proceso del parto.
Según explica el cirujano plástico Roberto Prado, “para enfrentarse a una transformación, sea del tamaño que sea, se deben tener expectativas realistas. Solo así se pueden lograr resultados felices, en especial en el largo plazo”.
Estos son algunos ejemplos de lo que un cambio de imagen no puede prometer:
- No puede salvar matrimonios: Siempre tienes que recordar que es tu cuerpo, y que estas transformaciones las tienes que hacer sólo por ti. Si tu relación con tu pareja ya está en problemas, que no sea la solución un cambio de imagen, ya que puede llevar a incluso mayores problemas que antes.
- No es una cirugía para bajar de peso: los procedimientos mencionados son para remover excesos de tejido, pero no para remover grandes cantidades de grasa abdominal. Siempre la recomendación es estar lo más cerca posible a tu peso ideal para someterte a una cirugía de este tipo.
- No es magia: siempre recuerda que tu objetivo es verte como la mejor versión de ti. Si quieres parecerte a otra persona, pasar por un procedimiento quirúrgico puede ser una muy mala idea.
- No vas a volver al pasado: Si bien las restauraciones de mamás pueden ayudar en muchos ámbitos a volver al cuerpo que tenías antes del embarazo, es imposible transformarte en tus años de juventud.
Cirujano plástico y reconstructivo, miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, acreditado por CONACEM.
Foto vía: Vanguardia
