Dietoterapia: la técnica para curar lesiones deportivas

Dietoterapia: la técnica para curar lesiones deportivas

· La lesión muscular que acaba de sufrir en la pierna el primer arquero de nuestra selección nacional, Claudio Bravo, lo tendrá fuera de las canchas por un tiempo, por la necesidad de reposo y tratamiento kinesiológico que exige su recuperación. Sin perjuicio de lo anterior, para una pronta mejoría también es útil considerar la Dietoterapia.

Para deportistas de alto rendimiento, como es el caso de Claudio Bravo, sufrir lesiones musculares es común, pero no por ello menos preocupante, ya que al moverse en estándares tan competitivos, estar un tiempo considerable fuera de los entrenamientos habituales y de los torneos, puede significarle perder un importante terreno alcanzado.

Por ello es fundamental poder recuperarse y volver a la rutina deportiva normal en el más corto plazo. En este escenario, la nutricionista Stefanie Chalmers, docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, plantea la utilidad de la Dietoterapia y comenta los beneficios de algunos alimentos regenerativos.

Tal como su nombre lo indica, la Dietoterapia es un régimen alimenticio especial orientado a sanar el organismo enfermo o de ciertas enfermedades.

En el caso de lesiones de carácter deportivo, como la de Bravo, “la recuperación mediante la dietoterapia se basa en la incorporación de alimentos que contengan los nutrientes necesarios para reconstruir los tejidos dañados o que permiten la funcionalidad de las actividades de reparación, disminuir la inflamación y con esto el dolor”, señala la experta en nutrición deportiva.

Entre los nutrientes más destacados que cumplen esta función están las proteínas, el zinc, el calcio, el magnesio y gran variedad de antioxidantes. “Debido a que nuestro organismo tiene esencialmente las mismas estructuras que cualquier otro animal, es fácil comprender que los elementos nutritivos con que podemos regenerar las lesiones se encuentren contenidos en los alimentos de origen animal, por lo que la ingesta de carne constituye una buena fuente de dichos elementos”, señala Chalmers.

“Sin embargo, considerando que las lesiones habitualmente se acompañan de inflamación, las carnes de vacuno y ave no colaboran con la disminución de ésta, por lo que es preferible escoger el pescado, que cumple con ambas funciones gracias a que además de ser rico en proteínas, zinc y otros minerales, contiene omega 3, que posee un importante efecto antiinflamatorio”, precisa.

Para acompañar el pescado, la especialista aconseja que la mejor alternativa es una dosis moderada de carbohidratos, como el arroz, fideos y papas (medido en una taza) y variedad de ensaladas y frutas.

Por último, la nutricionista señala que es necesario asegurar durante el día la ingesta pequeña, pero constante (cada 3 ó 4 horas) de fuentes proteicas como lácteos descremados, además de una adecuada hidratación.

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