Déficit atencional en adultos: Cuando la distracción impacta severamente en la calidad de vida

Déficit atencional en adultos: Cuando la distracción impacta severamente en la calidad de vida
  • ¿Se te pierden constantemente tus documentos de identidad? ¿Te cuesta concentrarte para leer apuntes del trabajo? ¿Vas al supermercado y llegas con la mitad de las cosas que debías traer? Es probable que tengas Déficit Atencional, pues aunque muchos adultos no lo saben, este trastorno que provoca un funcionamiento distinto del cerebro, se mantiene a lo largo de la vida

Por muchos años este trastorno fue atribuido exclusivamente a niños y adolescentes; sin embargo, en la mayoría de los casos, este se suele arrastrar a la etapa adulta, provocando una serie de problemas que pueden afectar el desempeño a nivel personal, laboral e incluso social. La doctora Evelyn Benavides, neuróloga de Clínica Vespucio, sostiene que el Trastorno por Déficit Atencional es una condición genética y  hereditaria lo que significa que es una patología que se mantiene a lo largo de la vida, pero pueden generarse mecanismos de adaptación que logran disminuir su impacto en la adultez.

“El adulto que convive con esta patología, por definición es distraído y presenta dificultades para prestar atención y mantenerla por periodos prolongados de tiempo, por lo que es habitual que la persona cometa errores de manera reiterada, ya sea por descuido u olvido. Generalmente son inconstantes para realizar tareas que revisten de cierta complejidad y es muy complicado que mantengan una vida organizada”, advierte la especialista.

Cuándo hay que poner atención

Al respecto, la doctora Benavides sostiene que, “si bien esta condición no es grave, lo ideal es que se pesquise a tiempo, para que no interfiera severamente en las etapas posteriores de la vida del paciente”. En caso contrario, cuando la condición se diagnostica por primera vez en un adulto, se debe sospechar de otras patologías asociadas, porque una de las características del déficit atencional, es la comorbilidad; es decir, es posible detectar la presencia de trastornos adicionales, como ansiedad, angustia, insomnio, depresión, hipotiroidismo, déficit de algunas vitaminas u otros.

Por lo anterior, es fundamental que el especialista evalúe no solo el déficit atencional, sino también al paciente, para finalmente escoger el tratamiento más apropiado para la persona.

Cómo controlarlo

La neuróloga explica que previo al diagnóstico, la persona es sometida a una evaluación clínica, que consiste en una entrevista, la cual se complementa ocasionalmente con una evaluación neuropsicológica para determinar el perfil del déficit atencional y saber qué tipo de problemas podría estar generando en la función cognitiva del paciente.

No siempre son necesarios los medicamentos, pero por lo general, el tratamiento debe ser integral, es decir que incluya indicación farmacológica –si es necesario-, ayuda psicológica y apoyo complementario, para reducir el impacto que provoca el déficit atencional en la calidad de vida de una persona. Por lo anterior, la especialista recomienda una dieta saludable, practicar algún deporte o algún tipo de meditación, yoga y generar hábitos de orden en el diario vivir.

Recomendaciones

La neuróloga de Clínica Vespucio entrega una serie de consejos que ayudarán al paciente a controlar este trastorno:

  • Mantenga una lista diaria de cosas por hacer.
  • Para que el día a día sea bien organizado y sin olvidos, establezca una rutina con todas sus actividades y obligaciones
  • Lleve una agenda de planificación, ojala escrita a mano y no electrónica.
  • Realice pausas para que su nivel de atención sea óptimo en todo momento. Cada dos horas de trabajo, haga una pausa de 10 minutos.
  • Use organizadores, cajas y archivadores para estructurar su ambiente.
  • Establezca un sistema de recompensas cuando alcance las metas que se ha propuesto.

 

 

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