Cómo acostumbrarse con el Horario de Verano

Cómo acostumbrarse con el Horario de Verano

Debido a un decreto de Gobierno, el horario de verano será el horario que se mantendrá hasta 2017. Por tal razón, es importante que los padres inculquen hábitos de sueño en sus hijos.

Para el sicólogo de la Fundación San Carlos de Maipo, Rafael Rodríguez, es importante:

  1. Lo más simple es que tanto padres como niños se acuesten temprano para dormir entre 8 y 9 horas y así despertar con la energía necesaria como para ir al colegio. Si a la falta de luz se le suma una buena dosis de sueño, es más difícil salir de la cama. La hora para despertar tiene que tener relación con el tiempo que se demora en llegar al colegio. Algunos niños llegan tarde a sus clases por salir atrasados y por lo mismo no los dejan entrar, teniendo que volver a sus casas. Hay lugares en que el transporte público demora en pasar, por lo que siempre hay que salir de la casa con el tiempo suficiente como para llegar a la hora a pesar de las demoras del transporte o de los tacos.
  2. Para lograr que se acuesten temprano, que se levanten a la hora y que vayan al colegio, los padres tienen que ser capaces de generar reglas efectivas, es decir, que sus hijos las cumplan y esto es lo realmente importante. Hay veces que no es suficiente con dar una orden, hoy los niños necesitan mucho más que eso, necesitan que la orden también tenga un sentido y necesitan que la figura que ordena (los padres) sea respetada no por la fuerza o miedo, sino por el ejemplo que transmiten. Para dotar de sentido de la orden, los padres deben explicar la importancia del aprendizaje en el desarrollo del ser humano. Por otra parte, el asistir a la escuela permite aprender pautas sociales con pares, a través de la socialización natural que se da entre los niños y también entre estos y los adultos.
  3. El colegio permite incorporar normas sociales que van a determinar el nivel de autorregulación que tengan sobre las conductas, ya que el grupo es una fuente importante de modelos de conducta.
  4. Un niño que no va a clases, tiene menos tiempo para aprender a leer y a escribir, tiene menos horas de tareas para aprender las operaciones básicas de las matemáticas y eso al final va a dificultar muchos de los aprendizajes posteriores, limitando el potencial de desarrollo. En resumen, se puede traducir en una menor capacidad para comprender el mundo que los rodea y también para lograr objetivos concretos, como acceder a la educación superior o a un trabajo que necesite de mayores competencias técnicas.
  5. No sólo el sentido de la orden es importante, también lo es quien da la indicación. Lo mejor que puede hacer un padre o una madre es predicar con el ejemplo. Si ellos asisten al trabajo y no faltan inventando excusas falsas, pues esa es la mejor enseñanza para los niños. Los menores son como esponja y las conductas de los padres son muchas veces la mayor de las escuelas, por lo que los adultos deben preocuparse de transmitir con el ejemplo aquellas prácticas que son beneficiosas para el correcto desarrollo de la infancia. El ausentismo escolar en niños también se relaciona con la deserción escolar de los jóvenes. Es decir, si un niño comienza a faltar al colegio, este aprende menos y va poco a poco perdiendo el interés de ir a clases, lo que si además se complementa con la falta de interés de los padres en que su hijo termine la enseñanza media, entonces aumenta la probabilidad de que deserte y nunca logre terminar adecuadamente el colegio, teniendo menos de posibilidades de acceso a diferentes oportunidades de desarrollo y una mayor dificultad para socializar de manera sana con sus pares y de autorregular el comportamiento.

La Fundación San Carlos de Maipo está implementando un programa de desarrollo de habilidades parentales con el fin de apoyar a los padres en el cuidado de los niños y jóvenes. Se los entrena para que sean capaces de mejorar la relación con los hijos, de transmitir órdenes efectivas y de supervisar adecuadamente el desarrollo de estos, todo con el fin de protegerlos de conductas que pongan en riesgo su desarrollo y de potenciar aquellas otras que promuevan una vida sana donde puedan vivir todas sus potencialidades.

 

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